📝HISTORIA EN BREVE
- Las investigaciones recientes revelan que el probiótico lactobacillus rhamnosus (LGG) protege la función hepática contra el daño oxidativo causado por el paracetamol. Los estudios realizados en animales también han demostrado que esta bacteria podría ayudar a proteger contra la enfermedad del hígado graso no alcohólico y hepatopatía alcohólica
- El LGG protege la función hepática al activar el Nrf2, un hormético biológico que regula ascendentemente los antioxidantes intercelulares, lo cual mejora la función de las mitocondrias, disminuye la inflamación y estimula la biogénesis mitocondrial
- Las personas que consumen probióticos con regularidad (por ejemplo, a través del yogur, kéfir o suplementos) son propensas a manifestar una presión arterial más baja, comparado con las personas que no lo hacen
- La investigación realizada en animales también sugiere que el probiótico lactobacillus marinus previene eficazmente la hipertensión sensible a la sal
- Además, las investigaciones recientes demuestran que consumir kéfir de forma regular disminuye la presión arterial, mejora la estructura intestinal y desinflama el sistema nervioso central
🩺Por el Dr. Mercola
Las bacterias intestinales forman parte del sistema inmunológico y los investigadores han descubierto que todos los microorganismos desempeñan un rol crucial en innumerables aspectos de la salud. Las bacterias beneficiosas también controlan el desarrollo de las bacterias causantes de enfermedades, ya que compiten por la alimentación y por las zonas de establecimiento en el colon.
Esto es de suma importancia, ya que las bacterias patógenas y otros microorganismos que no son beneficiosos podrían causar estragos en su salud si se vuelven preponderantes. Además, podrían afectar su peso.
Por otra parte, el microbioma intestinal, el cual contiene 100 veces más genes que el genoma total del cuerpo, está involucrado en reacciones químicas esenciales que sus enzimas intestinales no pueden realizar, incluyendo la fermentación y disminución del sulfato.
Es importante destacar que el microbioma intestinal ayuda a generar nuevos compuestos (metabolitos bacterianos) que pueden tener un impacto beneficioso o perjudicial en la salud.
Las investigaciones más recientes incluyen estudios que demuestran que las bacterias intestinales beneficiosas, también conocidas como probióticos, favorecen a la función hepática y ayudan a disminuir la presión arterial.
Los probióticos intervienen en la función hepática
Si bien muchas investigaciones se han enfocado en la influencia de las bacterias intestinales sobre la salud gastrointestinal, una investigación presentada en la reunión de Biología Experimental 2018, en San Diego, revela que los probióticos también tienen un rol en la función hepática.
Este estudio se centró principalmente en un probiótico llamado lactobacillus rhamnosus GG (LGG), que está presente en muchos suplementos probióticos comerciales.
Primero, a los ratones se les proporcionó alimentos con LGG añadido durante dos semanas y luego se les suministró una dosis tóxica de paracetamol, la cual causa daño hepático grave ya que aumenta el estrés oxidativo. Curiosamente, los animales que fueron tratados con LGG presentaron un menor daño hepático cuando se les administró una sobredosis de paracetamol, al contrario de los ratones que no fueron tratados previamente.
Según el autor principal del estudio, Bejan Saeedi, "administrar el probiótico LGG a los ratones mejoró la respuesta antioxidante del hígado y lo protegió del daño oxidativo producido por medicamentos como paracetamol".
Los estudios anteriores realizados en animales también demostraron que el LGG ayuda a proteger contra la hepatopatía alcohólica y la enfermedad del hígado graso no alcohólico, esta última es causada principalmente por llevar una alimentación alta en azúcar y alimentos procesados.
Las investigaciones anteriores del mismo equipo revelan el mecanismo detrás de este descubrimiento. Al parecer, el LGG protege al hígado contra el daño oxidativo al activar el Nrf2, un hormético biológico que regula ascendentemente al superóxido dismutasa, la catalasa y a otros antioxidantes intercelulares.
El Nrf2 no solo disminuye la inflamación, sino que también mejora la función de las mitocondrias y estimula la biogénesis mitocondrial. Además de consumir probióticos que contienen LGG, el Nrf2 también podría activarse al:
- Consumir compuestos alimenticios que estimulen el Nrf2, tales como el sulforafano de los vegetales crucíferos, alimentos altos en antioxidantes fenólicos, grasas omega-3 de cadena larga DHA y EPA, carotenoides (especialmente licopeno), compuestos de azufre en los vegetales del género allium, isotiocianatos de la familia de la col y alimentos altos en terpenoides
- Realizar ejercicios de alta intensidad que activen la vía de señalización del óxido nítrico (NO), como el ejercicio de liberación de NO
- Implementar un ayuno intermitente y ayuno de agua durante varios días
- Promover el hidrógeno molecular
- Consumir aceite de CBD
Los probióticos ayudan a regular los niveles de presión arterial
Otro descubrimiento reciente sugiere que consumir probióticos con frecuencia podría ayudar a aliviar la hipertensión (presión arterial alta).
Un análisis previo de nueve estudios que analizaron la relación entre los probióticos y la presión arterial, descubrió que las personas que consumían probióticos con regularidad (por ejemplo, a través de yogur, kéfir o suplementos) eran propensas a tener presión arterial más baja que las que no lo hacían.
En promedio, la presión arterial sistólica (el primer número en una lectura) tuvo una reducción de 3.6 mm Hg, mientras que la presión arterial diastólica (el segundo número en la lectura) se redujo en 2.4 mm Hg.
Aparentemente, las personas cuya presión arterial era superior a 130/85 obtuvieron beneficios más significativos, y los probióticos que contenían diversas bacterias disminuyeron la presión arterial aún más que los que contenían un solo un tipo de bacteria.
Otro estudio realizado con animales encontró que el probiótico lactobacillus marinus prevenía efectivamente la hipertensión sensible a la sal, al modular las células TH17. Otra investigación ha encontrado que consumir mucha sal inhibe al lactobacillus marinus, lo que contribuye a la hipertensión. De acuerdo con los autores:
"En línea con estos descubrimientos, en un estudio piloto en el que participaron humanos, un objetivo moderado con alto contenido de sal disminuyó la probabilidad de supervivencia intestinal del lactobacillus spp., aumentó el número de células TH17 y elevó la presión arterial.
Nuestros resultados vincularon el elevado consumo de sal con el eje inmuno-intestinal y señalaron al microbioma intestinal como un posible objetivo terapéutico para contrarrestar los padecimientos sensibles a la sal".
La investigación sobre el efecto del kéfir en la presión arterial
Los hallazgos de una investigación presentada en la conferencia de Biología Experimental 2018 revelaron que al utilizar específicamente el kéfir, se manifestaron efectos similares en la presión arterial.
Para esta investigación, las ratas fueron divididas en tres grupos. El primer grupo, conformado por ratas hipertensas, recibió kéfir de forma cotidiana durante nueve semanas. El segundo grupo, que también estaba conformado por ratas hipertensas, no recibió kéfir. El tercero, que era el grupo de control, tenía presión arterial normal y se le proporcionó alimentos regulares.
Después de nueve semanas, se analizaron las muestras de sangre y heces para evaluar los cambios en el microbioma de los animales.
De igual manera, se midieron los niveles de la presión arterial y analizaron los cambios neuronales en el hipotálamo, el cual ayuda a regular la presión arterial. En comparación con el primero y tercero, el grupo de tratamiento que recibió el kéfir exhibió:
- Presión arterial baja
- Mejor equilibrio de las bacterias intestinales beneficiosas
- Mejor estructura intestinal con menor permeabilidad
- Niveles inferiores de endotoxinas (subproductos de desintegración bacteriana que contribuyen a la inflamación)
- Niveles inferiores de inflamación en el sistema nervioso central
Según los autores: "Nuestros datos sugieren que los mecanismos antihipertensivos relacionados con el kéfir, involucraron una interacción entre el microbioma intestinal y el eje cerebral durante el proceso de hipertensión".
En otras palabras, las señales enviadas desde el intestino hasta el cerebro influyen en la presión arterial y, al mejorar el microbioma intestinal, la presión arterial se normalizó de forma natural.
Los probióticos impactan su salud de múltiples formas
En los últimos años, cada vez más investigaciones demuestran que el microbioma intestinal influye muy profundamente en la salud y el bienestar. Además de mejorar la función hepática y disminuir la presión arterial, se ha demostrado que las bacterias beneficiosas:
Modulan la respuesta inmunológica y estimulan la
función del sistema inmunológico |
Ayudan al cuerpo a producir vitaminas y absorber
minerales |
Apoyan en el proceso de desintoxicación de pesticidas |
Controlan el asma y disminuyen el riesgo de alergias |
Reducen en más de un 50 % el riesgo de enfermedad
periodontal |
Influyen en la función de cientos de genes, al
ayudarles a expresarse de forma positiva y combatir enfermedades |
Benefician al estado de ánimo y salud mental |
Promueven la pérdida de peso y disminuyen el riesgo
de obesidad |
Disminuyen el riesgo de problemas de comportamiento
y autismo en los niños |
Reducen el riesgo de diabetes tipo 1 y 2 |
Disminuyen
la inflamación |
Mejoran la calidad del sueño |
Intervienen en el riesgo de ciertos tipos de cáncer,
en especial el cáncer de colon. El butirato, un ácido graso de cadena corta,
que se produce cuando los microorganismos fermentan la fibra en el intestino,
ha demostrado inducir la muerte celular programada de las células del cáncer
de colon, mientras que los productos lácteos fermentados podrían disminuir
aproximadamente en un 29 % el riesgo de cáncer de vejiga |
Protegen
contra la desnutrición |
Incrementan la producción de la hormona de
crecimiento |
Disminuyen el número y duración de las infecciones
que padecen los atletas |
Previenen y controlan la vaginitis en las mujeres |
Reducen el riesgo de trabajo de parto prematuro en
mujeres embarazadas |
Disminuyen el riesgo de la enfermedad inflamatoria
intestinal |
Reducen el riesgo de infecciones auditivas y de vejiga recurrente |
Evitan
la diarrea crónica |
Implemente el hábito de consumir alimentos fermentados todos los días
Por todos estos motivos, recomiendo consumir alimentos enteros sin procesar y alimentos cultivados o fermentados. También podría serle de gran utilidad incluir un suplemento probiótico de alta calidad para restaurar el equilibrio saludable de su microbioma, en especial si toma antibióticos.
No obstante, debe considerar que hay una gran diferencia entre los alimentos tradicionalmente fermentados y los alimentos procesados comercialmente a los que solo les agregan probióticos. Estos últimos no son tan efectivos ni beneficiosos como los primeros. Por fortuna, es muy fácil y económico preparar alimentos fermentados en casa.
Como regla general, debe consumir alrededor de un cuarto a media taza (2 a 4 onzas) de vegetales fermentados u otros alimentos cultivados, como kéfir o yogur sin pasteurizar. Puede incluir estos alimentos hasta en tres comidas diarias.
Es importante ser constante para obtener sus beneficios. Realmente, esta es la clave, según señaló el metaanálisis mencionado anteriormente, el cual descubrió que los probióticos disminuyen la presión arterial.
Las personas que consumieron probióticos durante menos de dos meses no manifestaron ningún efecto positivo en sus lecturas de presión arterial, mientras que las pruebas sugieren notablemente que consumirlos de forma regular podría influir en el éxito de los probióticos para aliviar la hipertensión.
Ya que los alimentos fermentados desintoxican de forma eficaz, podría experimentar síntomas de desintoxicación si utiliza muchos al mismo tiempo.
Por lo tanto, debe comenzar con porciones muy pequeñas, por ejemplo, una cucharadita de vegetales fermentados, o incluso una o dos cucharadas de jugo, luego puede incrementar las porciones gradualmente. De esa forma su microbioma intestinal podrá adaptarse.
Las cinco estrategias para mejorar su salud intestinal
Además de consumir alimentos fermentados y tomar un suplemento probiótico de alta calidad en caso de requerirlo, hay un sin número de factores que podrían influir en la composición de su microbioma intestinal. Enseguida se enlistan 5 sugerencias sobre cómo sustentar y alimentar a las bacterias intestinales beneficiosas:
Solo consuma alimentos orgánicos. Los alimentos transgénicos están cargados de glifosato, que
podría causar una filtración intestinal y alterar la comunicación
intercelular a través de la ruta del shikimato. La mejor opción sería cultivar sus alimentos, aunque
para muchas personas eso no es posible. Su siguiente mejor opción sería
comprar alimentos orgánicos o biodinámicos certificados, para evitar el
glifosato y otros agroquímicos tóxicos. |
Evite los antibióticos. En
la actualidad, es posible que en las sociedades desarrolladas un niño promedio
realice entre 10 y 20 tratamientos de antibióticos antes de cumplir 18 años
de edad. Lo anterior podría haber ocasionado que nuestras
bacterias intestinales tengan un estado poco saludable y que hayan
contribuido a la obesidad y a las enfermedades metabólicas relacionadas. Asimismo, existe mucha evidencia que sustenta que al
seguir un tratamiento con antibióticos de amplio espectro, podría tomarle
semanas, meses o incluso años recuperar la población bacteriana intestinal,
si es que logra hacerlo. Durante este período de desequilibrio, los patógenos
oportunistas podrían establecerse. Si bien, queda claro que en algunos casos
se requiere utilizar antibióticos, debe consultar con su médico si realmente
son indispensables en su caso. |
Evite los jabones antibacterianos. Al igual que los antibióticos, los jabones antibacterianos
destruyen de manera indiscriminada tanto a las bacterias buenas como a las
malas y contribuyen a fomentar la resistencia a los antibióticos. |
Abra las ventanas de su hogar. Aunque aislarse del ambiente exterior tiene algunas ventajas,
esto en realidad ha cambiado el microbioma de su hogar. Los estudios
demuestran que abrir una ventana e incrementar el flujo del aire natural
podría mejorar la diversidad y salud de los microorganismos en el interior de
su casa, lo que a su vez podría beneficiarle. |
Consuma más vegetales. Esta
podría ser una de las estrategias alimenticias más relevantes para mejorar la
diversidad y salud de su microbioma intestinal. En resumen, sus
microorganismos intestinales se desarrollan gracias a diversos sustratos
fermentables (fibra alimenticia). Pero no todas las fibras son iguales (física o
químicamente), por lo que consumir varios tipos de vegetales enteros le
asegurará un flujo constante de sustratos para los microbios que ya residen
en su intestino. De igual manera, debe considerar consumir una mayor
cantidad de vegetales enteros, no solamente las partes suaves y apetitosas.
Por ejemplo, debe consumir los espárragos completos, no solo las puntas; los
troncos del brócoli y no solo la corona; todas las hojas de la parte superior
del puerro, junto con el bulbo. Al hacerlo, garantizará que las porciones más
difíciles de digerir de los vegetales prolonguen aún más la actividad
metabólica de su microbioma intestinal. Asimismo, debe monitorear cuántos
tipos de vegetales consume en una semana, fije el objetivo de aproximadamente
30 o más. |
Ensúciese las manos. Para
ser más exactos, cultive un jardín. Ensuciarse las manos (y cuerpo) no solo
le ayudará a conectarte con la naturaleza, sino que también volverá a
familiarizar su sistema inmunológico con la enorme diversidad de
microorganismos que viven en la tierra y las plantas. Conforme los habitantes del planeta han empezado a
pasar de la clase baja a la clase media, también han hecho una transición de
la cruda realidad de nuestra vida ancestral a la promesa del progreso de la
vida moderna, lo cual equivale a productos pasados por un triple lavado y
entornos impecablemente limpios. Reconectarse con el medio ambiente, a través
de la jardinería u otra actividad al aire libre, también mejorará su entorno
interno. |
🔍Fuentes y Referencias
- Eurekalert April 22, 2018
- Hypertension. 2014 Oct;64(4):897-903. Nature November 2017; 551: 585-589
- Nature November 2017; 551: 585-589
- Journal of Clinical Periodontology DOI: 10.1111/jcpe.12155
- Mol Cell. 2016 Dec 1;64(5):982-992.
- ScienceDaily November 23, 2016
- Neurogastroenterology and Motility March 2011; 23(3): 255-64
- Wellnessresources.com January 4, 2014
- The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism April 2013; 98(4):E698-702.
- Medical News Today January 20, 2017
- PLOS ONE February 5, 2010; 5(2): e9085
- Frontiers of Behavioral Neuroscience, January 10, 2017
- Medical News Today January 27, 2017
- AICR.org, Factors Determining the Apoptotic Response of Colorectal Carcinoma Cells to Butyrate, a Fermentation Product Derived from Dietary Fiber
- AICR.org, Fermented Foods: Intake and Implications for Cancer Risk, November 7-8, 2013 (PDF)
- Nature June 4, 2014
- Cell February 25, 2016: 164(5); 859-871
- Washington Post February 19, 2016
- British Journal of Sports Medicine 2010 Mar;44(4):222-6
- Frontiers in Immunology 2015; 6: 62
- Mercola.com, Nancy Lee Bentley, The incredible health benefits to you of traditionally fermented foods, January 3, 2004
- Mercola.com, How to Easily and Inexpensively Ferment Your Own Vegetables
- Nature 2012 Aug 30;488(7413):621-6
- ISME Journal 2012 Aug;6(8):1469-79