📝HISTORIA EN BREVE

  • Aunque el veganismo tiene algunos beneficios, también conlleva un gran número de desventajas y no es un tipo de alimentación adecuada para muchas personas, sobre todo si tiene ciertos polimorfismos genéticos que lo predisponen a una conversión deficiente de betacaroteno
  • Las personas con polimorfismos que causan una conversión deficiente de betacaroteno tienen un alto riesgo de problemas reproductivos, cutáneos, oculares y mala salud dental
  • La alimentación que se basa en el tipo de sangre y que se detalla en el libro "Eat Right 4 Your Type", suele funcionar adecuadamente para aquellos con sangre tipo O, ya que dichas recomendaciones son consistentes con un tipo de alimentación saludable. No obstante, generalmente no funciona adecuadamente para los otros tipos de sangre
  • Hacer ciclos de nutrientes (mayores y menores cantidades de grasa, carbohidratos netos y proteínas de manera cíclica), así como ciclos de consumo calórico altos y bajos (ayuno y festín) parecen ser criterios fundamentales para tener un óptimo funcionamiento biológico
  • Si lleva una dieta cetogénica, es importante controlar las cantidades altas y bajas de carbohidratos netos una vez que su cuerpo pueda quemar eficientemente las grasas como combustible con el fin de optimizar su metabolismo. El ayuno cíclico también es recomendable

🩺Por el Dr. Mercola

Denise Minger quizás es más conocida por la refutación exhaustiva que hizo hace unos años sobre el libro titulado "El Estudio de China". Minger está sumamente involucrada en la batalla entre veganos y omnívoros, ya que ha experimentado de primera mano el vegetarianismo y el veganismo, optando finalmente por una alimentación omnívora.

Minger empezó a ser vegetariana cuando tenía tan solo 7 años. "Una noche estaba comiendo bistec durante la cena y casi me ahogo. Desarrollé un tipo de fobia entorno a los alimentos con texturas similares a la carne y me hice vegetariana de la noche a la mañana", nos explicó.

El crudiveganismo afectó su salud

Sin embargo, durante los 10 años que llevó una alimentación vegetariana, comenzó a desarrollar alergias alimentarias, como al trigo y a los lácteos. "Cuando me convertí en adolescente, adquirí una gran conciencia por mi salud. Tenía que adentrarme de lleno en este ámbito solo con el fin de mantenerme saludable".

A los 15 años, descubrió el movimiento crudivegano y se unió al tipo de alimentación 80/10/10 que promueve Douglas Graham. El fundamento de esta variación alimentaria yace en la hipótesis de que debemos comer lo que comen otros primates. Minger lo cuenta de la siguiente manera:

"Estaba leyendo sobre el tema en internet a los 15 años, sin tener conocimientos previos de biología humana, fisiología o antropología ... Caí en esta trampa de la lógica, pensando que los humanos son los únicos animales que cocinan alimentos crudos.
Somos los únicos animales que llevan este tipo de alimentación inapropiada para nuestra especie, así que me convertí en crudivegana de la noche a la mañana. Durante un año consecutivo comí solamente frutas, vegetales y frutos secos, todo crudo.
Durante el primer mes los resultados fueron fantásticos, tal y como le pasa a la mayoría de las personas cuando dejan de comer alimentos chatarra. Después, comencé a perder peso y músculo. Mi pelo se empezó a caer y mis niveles de energía fluctuaban desaforadamente.
En ese momento estaba en la escuela preparatoria y tenía que presentar el Examen de Aptitud Escolástica (SAT, por sus siglas en inglés). En un momento dado, mi niebla mental se agravó tanto, que cuando estaba resolviendo el examen, leía la pregunta, pero cuando llegaba al final no podía recordar lo que decía la primera parte ...
Siempre cuidé mucho mis dientes y la gota que derramó el vaso fue que, después de haber tenido toda una vida con una salud dental perfecta, al final de mi período como crudivegana tenía 16 caries en la boca... En realidad, fue este problema de salud dental el que hizo que cambiara de opinión... Allí fue cuando renuncié a la filosofía vegana y empecé a cuestionar las cosas ...
Fue entonces cuando encontré cosas como el conjunto informativo de Weston A. Price, que [detalla] los alimentos que los humanos han estado consumiendo y que han apoyado la salud en el pasado. Aprendí sobre el movimiento paleo, diferentes formas de una alimentación omnívora saludable. Lo cual fue lo que adopté finalmente. Todo ha sido un proceso".

La refutación del libro “El Estudio de China”

Como se mencionó anteriormente, Minger realizó una crítica exhaustiva del libro titulado "El Estudio de China", que es la justificación científica de muchas nociones crudiveganas. Su estudio, que algunos sospechaban estaba financiado por la industria de la carne, lo realizó mientras se recuperaba de un accidente.

A los 22 años fue atropellada por un automóvil mientras iba en bicicleta y se rompió el codo. Su convalecencia le dio el tiempo suficiente para trabajar en este proyecto. Minger cuenta su experiencia:

"Recibí un gran libro con datos del 'Estudio de China'. Me encantan las estadísticas. Me divierto con las correlaciones y mirando patrones. Mi cerebro se alegra con este material y me pasé unos 2 o 3 meses analizando los datos. Necesitaba un proyecto, porque no tenía nada más que hacer.
Estuve estudiando minuciosamente los datos y fue entonces cuando me di cuenta de que necesitaba escribir una crítica del libro. Mucho de lo que dijo Campbell no fue respaldado por sus propios datos. Simplemente sentí que si debía hacer algo en esta la vida, sería esto.
No esperaba que alguien lo leyera. Tenía un pequeño blog y diría que tenía 6 lectores, de los cuales 5 eran mi madre en diferentes computadoras. En ese momento no me di cuenta de cuánto interés despertaría la crítica; cuánto interés había en el libro en sí.
No me había dado cuenta que existía una rivalidad entre las nociones veganas y paleo. Cuando publiqué esta crítica, no sabía que iba a ser tan influyente".

Minger adquirió algo de renombre como resultado de esta crítica, sobre todo en la comunidad vegana. Ha sido desprestigiada por muchos, incluso por Campbell, el autor del libro en cuestión, que escribió refutaciones personales al comentario de Minger sobre su trabajo. Algunos incluso han llegado a calificarla como alguien que está promoviendo los alimentos procesados.

Argumentos a favor de reducir el consumo de proteínas

A pesar de todos sus inconvenientes, el veganismo tiene ciertos beneficios. El más grande, desde mi punto de vista, es que los veganos tienen un consumo de proteínas significativamente menor, en comparación con aquellos que llevan el típico estilo de alimentación estadounidense.

Me parece que existen valiosas aportaciones que se pueden extraer de esta postura y que se pueden integrar en un enfoque paleo bajo en carbohidratos. Minger concuerda con esto y afirma:

"En lo que respecta al tema de las proteínas, me parece interesante que cada vez que miramos el libro 'El Estudio de China', por ejemplo, cuando analizamos los alimentos, estos varían mucho en función de las partes de animales que se consumen, en contraste con lo que consumimos en Estados Unidos.
La cuestión de la proteína es complicada, pero diría que el alto consumo de metionina, por ejemplo, la carne muscular debe equilibrarse con la glicina. Esto lo puede obtener al comer todo el animal, la piel, tendones, tejido conectivo, todo lo que las personas en los Estados Unidos suelen desechar...
En el libro, no se expone a las personas que comen filetes y pechugas de pollo en cada comida. Incluso, en muchas sociedades que consumen menos productos animales, se consumen insectos. Muchas comen las partes extrañas del animal.
Me parece que es algo fundamental para mantenerse saludable cuando se lleva una alimentación omnívora. Porque la forma en que consumimos carne en los Estados Unidos es patógena. No es saludable. Pero esto no se debe necesariamente a que los productos animales sean malos para su salud...
Algo que me pareció curioso porque quedó inédito en libro, fue que las poblaciones más sanas eran las que comen alimentos de origen marino...
Tuvieron los mejores resultados de salud. La única enfermedad en la que mostraban un mayor índice era el cáncer de hígado, y esto se debía a que vivían en zonas húmedas donde la aflatoxina era más prevalente... Pero no fue por la proteína animal. No fue por el pescado".

Esto tiene sentido si tenemos en cuenta la importancia de las grasas omega-3 de cadena larga: ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA). Aquellos que se limitan a una alimentación basada en productos vegetales solo obtienen ácido alfa-linolénico (ALA) que, aunque es un precursor de EPA y DHA, no puede convertirse a niveles terapéuticos significativos.

Ciclos de proteínas

Claramente, la composición de la proteína animal es un problema significativo. No debemos consumir alimentos procesados. No debemos consumir carne de granjas industriales que esté contaminada con glifosato (debido a la alimentación con granos contaminados). Sin embargo, también está la cuestión de la cantidad.

Muchas personas simplemente consumen demasiada proteína, que (cuando se consume en exceso) activa la mTOR, una vía relacionada tanto con en el envejecimiento como con en el cáncer. Asimismo, variar entre vastas y escasas cantidades de proteína parece ser una buena estrategia.

De acuerdo con Minger:

"Si analizamos los grupos históricos de humanos, nos podemos dar cuenta que por lo general el consumo de alimentos animales fue restrictivo. No teníamos acceso a estos grandes animales grasos durante todo el año...
En caso de que lo tuviéramos, era algo estacional. Recuerdo haber leído un estudio sobre aborígenes australianos donde explicaban que hacían que sus pobladores salieran y trataran de obtener alimentos de su ambiente para sobrevivir con eso...
Su consumo de grasas terminó siendo de entre un 8 % a 12 %, ya que los animales eran muy delgados y el consumo de proteínas magras era mucho más alta. Me cuesta creer que la proteína animal en sí sea un problema.
Me parece que lo que podría ser un problema es esta consistencia, la idea de que es saludable comer los mismos alimentos durante todo el año, sin ninguna fluctuación en la composición de esa alimentación. No creo que ese sea el caso ...
Me parece que cosas como el ciclo de proteínas podrían ser terapéuticas para los humanos. Incluso creo que el ciclo de carbohidratos y consumir diferentes macronutrientes en diferentes periodos, en lugar de consumir muy pocas grasas y carbohidratos [es una buena idea]. En mi opinión, es esto a lo que mejor se adapta el cuerpo humano".

Ciclo de macronutrientes: un componente ignorado de la salud óptima

Al desestructurar y evaluar el enfoque bajo en carbohidratos y alto en grasas, Minger concluyó que la falta de ciclos que fluctúan entre un alto y bajo contenido de nutrientes era uno de los principales problemas, sobre todo a largo plazo y, en particular, para las mujeres. "Tengo consultas presenciales con las personas", dice ella.

"Un grupo grande con el que he estado en contacto son mujeres que han optado por una alimentación baja en carbohidratos. Su función tiroidea está fallando, están aumentando de peso, se sienten sumamente mal y su pelo se está cayendo. En ocasiones esto también les pasa a los hombres, pero me parece que, en el caso de las mujeres, en lo que se refiere a las hormonas, son más sensibles a la falta de carbohidratos".

También encontró evidencia que sugiere que la falta crónica de carbohidratos puede tener un efecto adverso en su microbioma intestinal.

En el artículo titulado "Sorry Low Carbers, Your Microbiome Is Just Not That Into You”,1 Jeff Leach con el Human Food Project detalla los cambios en la composición del microbioma intestinal de las personas que han llevado una alimentación baja en carbohidratos a largo plazo.

Aún se desconoce si esos cambios son totalmente perjudiciales o no, pero vale la pena estar al pendiente del tema.

Minger comparte la misma postura ambivalente sobre el consumo prolongado y crónico de una gran cantidad de grasas, ya que algunas pruebas sugieren que puede aumentar la permeabilidad intestinal y el transporte de endotoxinas de bacterias gramnegativas al torrente sanguíneo, lo que aumenta la inflamación crónica y los problemas de salud relacionados.

"Por un lado, vemos que muchas personas empiezan a cambiar su alimentación estadounidense estándar, por una baja en carbohidratos. Sí, se sentirán geniales. Sí, perderán peso. Tendrán este período inicial de enamoramiento, tal y como a mí me pasó con el crudiveganismo.
Mi pregunta es qué sucede cuando esto se lleva a gran escala a lo largo de muchos años... Me pregunto qué demostrará la mayor parte de la evidencia. No sé si realmente lo sabemos todavía".

Desde mi punto de vista, me parece que existen razones convincentes para creer que alguien podría tener problemas, por muchas de las razones que cita Minger.

Parece que el ciclo de nutrientes (es decir, el ciclo entre mayores y menores cantidades de grasas, carbohidratos netos y proteínas), y también el ciclo entre consumos calóricos altos y bajos (ayuno y festín), son criterios fundamentales para tener un funcionamiento biológico óptimo.

La dieta cetogénica cíclica se combina perfectamente con el ayuno cíclico

En primer lugar, el Dr. Joseph Kraft ha demostrado que usar una cantidad prudente de glucosa oral y analizar los niveles de insulina en la resistencia a la insulina es una práctica generalizada.

Con base en una definición más detallada de la resistencia a la insulina, al menos el 80 % de la población tiene diabetes in situ,2,3 lo que significa que tienen resistencia a la insulina a pesar de que su glucosa en ayunas es normal.

Es en este caso es cuando el bajo contenido de carbohidratos puede ser realmente útil, sin embargo, por sí solo no será suficiente para muchos. Muchas personas necesitan ser más enérgicas y ayunar. Una vez que haya hecho eso por un tiempo y resuelva la resistencia a la insulina, nuevamente deberá realizar ciclos de carbohidratos netos (carbohidratos totales menos fibra). Minger explica:

"Consumir pocos carbohidratos... es una gran herramienta para perder peso y perder grasa visceral. Su sensibilidad a la insulina comenzará a mejorar gracias a esa pérdida de peso y a la reducción en el excedente de energía que muchas personas tienen constantemente. Pero en lo particular, uso la analogía de un refrigerador [descompuesto].
Si su refrigerador se descompone, tiene dos opciones. Puede decir: 'Está bien. Nunca volveré a comprar comida perecedera. Puede elegir comprar solo productos secos cuando el congelador o el refrigerador estén descompuestos, o bien, puede arreglar el refrigerador.
Es como si los tipos de alimentación bajas en carbohidratos dijeran: ‘Ya no usemos nuestro refrigerador’. No usemos más nuestras rutas de metabolismo de carbohidratos. Solo evitemos hacerlo. En realidad, no está arreglando el problema.
Tal y como cualquiera que haya llevado una alimentación baja en carbohidratos lo sabe, puede procurar consumir pocos carbohidratos por un tiempo, pero en cuanto los vuelve a consumir, el resultado es algo verdaderamente terrible.
Su nivel de glucosa se sale de control. Se siente horrible. Es como decir: '¡Vaya! Los carbohidratos son terribles’. No. Esto se debe a que su cuerpo ya no trabaja para metabolizarlos lo suficiente".

Lo contrario también puede ocurrir. Si suprime la insulina por mucho tiempo, su nivel de glucosa tenderá a aumentar a partir de la gluconeogénesis hepática. Si reintroduce carbohidratos en ese punto, aumentará la insulina y disminuirá el nivel de glucosa.

También puede comer mucha grasa; puesto que la grasa es alta en calorías, el exceso de calorías por sí solo puede conducir al aumento de peso. Como se mencionó anteriormente, el consumo de proteínas también debe ser regulado para evitar la activación de la mTOR.

Por lo general, la típica alimentación paleo tiene un alto contenido de proteínas y grasas, similar al enfoque de Atkins. Pero no obtendrá todos los beneficios a menos que restrinja las proteínas.

Como norma general, le recomiendo limitar la proteína a medio gramo por libra de peso corporal magro, con el fin de garantizar que obtendrá la proteína que necesita para el mantenimiento y la reparación muscular. La clave es no renunciar a la proteína por completo. Necesita algo, pero no las enormes cantidades que la mayoría de las personas en los Estados Unidos están acostumbradas a comer.

Céntrese en la densidad de nutrientes

Cuando se le preguntó cuál podría ser la mejor composición de alimentos de origen animal, Minger destaca la importancia de la densidad de nutrientes sobre cualquier recomendación de dosificación específica, ya que la cantidad ideal dependerá del tipo de carne que esté comiendo.

En palabras de  Minger:

"Para mi propia alimentación, me concentro en las vísceras y los crustáceos. Esos son los principales alimentos de origen animal que consumo. Las ostras son mis favoritas. En lo que respecta a la nutrición, si analizamos al hígado y las ostras, las ostras son como el hígado del océano".

Las personas que evitan los alimentos de origen animal, debido a preocupaciones éticas por comer algo que tiene un alto grado de sensibilidad, también pueden confiar en el hecho de que las ostras carecen de un sistema nervioso central.

Nuestra entrevistada prosiguió:

"Existe un movimiento bivalvo vegano, donde las personas llevan una alimentación vegana con la inclusión de ciertos crustáceos. Me parece que esto puede ser de gran ayuda para que las personas puedan equilibrar su alimentación vegana".

En cuanto a la cocina, Minger recomienda utilizar métodos moderados con el fin de evitar la creación de carcinógenos relacionados con la cocción a altas temperaturas. Estos productos derivados "parecen estar impulsando la correlación entre el consumo de carne y los diferentes tipos de cáncer que vemos en los estudios de observación.

Minger afirma:

"Por lo general, cuando analiza un estudio donde realmente se controla el método de cocción, las correlaciones con diversas enfermedades comienzan a disminuir e incluso pueden desaparecer por completo, una vez que elimina los métodos con altas temperaturas para cocinar su carne".

Los productos derivados que se crean cuando asa o fríe los alimentos contienen aminas heterocíclicas e hidrocarburos poliaromáticos que forman carcinógenos. Por lo tanto, no cocine demasiado su carne y equilibre la carne del músculo (bistec) con carne de vísceras y otras partes de animales.

Cómo la dieta de Minger ha cambiado a lo largo de los años

Cuando se le preguntó cómo ha cambiado su alimentación en los últimos 7 años, y qué ideas fueron las que más cambiaron su enfoque para comer, Minger respondió:

"En mi fase crudivegana, mi alimentación comenzó siendo a base de frutas. Podía comer una tonelada de fruta por la mañana; batidos ...
Al aprender más sobre el microbioma intestinal y sobre el almidón resistente a la digestión; diferentes formas de fibra y su efecto sobre el cuerpo, he estado incorporando más legumbres, lentejas y papas que se han calentado y enfriado [con el fin de aumentar] el contenido de dicho tipo de almidón. Me parece que eso ha sido de gran ayuda.
También cambié mi alimentación en función de extraordinarios macronutrientes durante todo el día. Solía comenzar con muchos carbohidratos sin algo más (en forma de fruta).
Ahora, generalmente comienzo con muchas proteínas y vegetales, y consumo comidas altas en carbohidratos al final del día. Creo que eso ayuda con el sueño, los niveles de energía y el enfoque".

Vale la pena señalar que posiblemente las legumbres no sean ideales para todos, sobre todo si tiene problemas autoinmunes.

Minger hace una gran labor en su estado de autoinmunidad, pero acepta que las lectinas pueden ser problemáticas si es susceptible a problemas autoinmunes, ya sean causados por la genética, el estilo de vida, el uso de antibióticos o los problemas de microbioma intestinal. "En ese punto, el problema de la lectina puede ser latente", dice, y agrega lo siguiente:

"Posiblemente exista una razón legítima para evitar los alimentos con un alto contenido de ciertas lectinas, sobre todo las que desencadenan respuestas autoinmunes de forma individual.
Pero para las personas con un microbioma intestinal saludable, no creo que sea forzosamente malo, porque si analizamos la historia humana... por lo general, el contenido de lectina de los alimentos silvestres ha sido bastante alto.
Habrá un largo período de adaptación para que aprendamos a vivir con esas lectinas en nuestra alimentación. A mi parecer [el problema más grande] es que el entorno moderno está creando un microbioma insalubre, el cual hace que algunas personas no puedan manejar lo que debería ser una carga de lectina natural. Esa es mi conclusión hasta el momento, y está sujeta a revisión".

Una crítica sobre las alimentaciones que se basan en el tipo de sangre

Al preparar esta entrevista, vi algunos de los videos de Minger en YouTube. Uno de sus videos es una presentación de la Weston A. Price Foundation en la que criticó la dieta que se basa en el tipo de sangre, la cual fue elaborada por el Dr. Peter D'Adamo y que detalló en su libro titualdo "Eat Right 4 Your Type".

En lo particular, probé esta dieta en los años 90 y tuve que dejarla porque me hacía ser diabético. Tampoco funcionó bien para Minger.

Si bien sus recomendaciones para el tipo de sangre O, que es el de aproximadamente la mitad de la población, es consistente con lo que a mi parecer es una alimentación saludable, no parece funcionar bien para los otros tipos de sangre. De acuerdo con Minger:

"La cuestión central es que todo lo que dice está mal. La premisa de su dieta, que los alimentos tienen diferentes lectinas que interactúan con lo que se expresa en las células sanguíneas con el fin de causar problemas sanguíneos, lo cual luego causa inflamación y enfermedades, no existe evidencia mecanicista donde se demuestre que podamos obtener niveles suficientemente altos de lectinas en ciertos alimentos, y que esos alimentos interactúan específicamente con nuestro tipo de sangre con el fin de generar dichos problemas.
Esa evidencia simplemente es inexistente ... Pudo haber tenido un laboratorio, pero hay problemas con la investigación publicada. Sin lugar a duda, no ha sido replicado por otros investigadores.
Es una noción del tipo: 'Esto es lo que encontré y debe creer en lo que digo, porque escribí un libro y tengo un título [médico].’ Hay un cierto alegato de 'Solo confíe en mí. Soy un científico' detrás de su discurso. Justamente eso es lo que no me gusta...
Lo que me fascinó ... [fue que] mientras más investigaba sobre las diferentes cosas en las que puede influir nuestro tipo de sangre, una de las más interesantes es que nuestro grupo sanguíneo ABO puede influir en la composición de nuestro microbioma intestinal en las personas que tienen secreción, personas que secretan los antígenos de su tipo sanguíneo en la superficie de las células mucosas en todo el cuerpo, la saliva y el intestino, el intestino en particular.
Por ejemplo, digamos que su tipo de sangre es A y está secretando un antígeno A en diferentes células del intestino. Habrá ciertas bacterias que utilizarán ese antígeno como fuente de alimento y como sitio de unión.
Esas bacterias específicas se sentirán más atraídas por su microbioma. Van a establecerse allí, de una forma que quizás no lo harían si se tratara de alguien con un tipo O. De hecho, comenzará a cambiar la proporción de diversas bacterias debido a su tipo de sangre.
Aunado a esto encontramos la noción de ser alguien que segrega antígenos frente a alguien que no. La mayoría de las personas los segregan. Reflejarán los antígenos de su tipo sanguíneo en la superficie de diversas células en todo el cuerpo. Alrededor del 20 % de la población no segrega estas moléculas.
Este grupo, independientemente de cuál sea su tipo de sangre, tiene un riesgo mucho mayor de muchas enfermedades digestivas y de muchas afecciones en general que están relacionadas con el hecho de que su microbioma simplemente es diferente. Es como si proporcionara muy pocos sitios de unión para distintas bacterias.
Por lo tanto, el tipo sanguíneo influye en distintos aspectos dentro de nuestro organismo. No a través de la teoría de D'Adamo".

El libro para llevar una alimentación omnívora

Después de tomar una pausa profesional, Minger ahora está trabajando en nuevos proyectos, como un libro electrónico llamado "Awesome Omnivore".

El libro está orientado a brindar orientación sobre las diferencias entre las carnes, lácteos A1 y A2, cómo cocinar carne para hacerla lo más saludable posible, al igual que cómo combinar la carne con otros alimentos con el fin de reducir la absorción de hierro hemo para reducir el riesgo de cáncer intestinal y otras afecciones relacionadas con el exceso de hierro. El alto contenido de hierro aumenta el estrés oxidativo y puede causar una disfunción mitocondrial grave.

En lo particular, tengo una condición genética llamada talasemia, que me predispone a altos niveles de hierro. Por este motivo debo procurar a toda cosa mantener bajo mi nivel de hierro.

Tal y como lo explicó Minger, puesto que la estructura molecular del hemo es tan similar a la clorofila, si consume muchas verduras de hoja verde con bistec, la clorofila inhibirá la absorción de una parte del hierro. "Esta cuestión por sí sola hará que esa comida sea, en general, más saludable", dice, y agrega:

"Existe este tipo de dicotomía, están los que comen vegetales y los que comen carne. Los carnívoros no suelen consumir suficientes vegetales para compensar el problema del hierro hemo. Pero si nos fijamos en los estudios que ajustan esa variable, el vínculo con los problemas relacionados con la carne suele desaparecer.
Una vez más los vegetales vienen al rescate. Pero eso no significa que no pueda consumir carne. De todos modos, el libro será una recopilación de medidas que las personas pueden implementar con el fin de garantizar que la carne, huevos y productos lácteos (si lo consumen) que están consumiendo son lo más saludables posible".

Paleo a base de plantas

Minger también está trabajando en un libro sobre Paleo basado en plantas, dirigido a personas que, por alguna razón, buscan llevar una alimentación basada en productos vegetales. El objetivo de este libro es proporcionar estrategias para ayudarlo a mantenerse lo más saludable que se pueda durante el mayor tiempo posible dentro de las limitaciones de dicho tipo de alimentación. Minger explica:

"Muchos veganos han llevado por mucho tiempo este tipo de alimentación. No es imposible. El cuerpo humano es increíblemente adaptable. Pero debemos entender qué es lo que está funcionando para esas personas.
Necesitamos entender que existen muchos componentes genéticos que pueden convertir los nutrientes vegetales en sus fuentes de origen animal. Tome por ejemplo al betacaroteno. Las personas que pueden convertir eficazmente betacaroteno en retinol, probablemente no se enfrentarán a problemas reproductivos, dentales, cutáneos u oculares, como yo.
Sin embargo, para aproximadamente el 45 % de la población, existen mutaciones con el gen BCM01 que impiden que la conversión sea eficiente. Si tiene dos polimorfismos muy comunes, su tasa de conversión disminuirá en casi un 70 %.
Otra mutación menos común mantendrá su conversión en un 90 %. Si es vegano, no consumirá vitamina A preformada, y si tiene alguna de esas mutaciones, tendrá problemas muy rápidamente. ¿Cómo trabajamos con la genética de las personas? ¿Cómo trabajamos con sus limitaciones alimenticias?
Los suplementos podrían ser recomendables. Me encantaría que las personas tomaran aceite de hígado de bacalao si pueden superar este inconveniente. Pero debe ser consciente de sus condiciones específicas ... En mi caso, tengo mutaciones BCM01. Mi conversión de vitamina A es terrible.
En parte por este motivo comer hígado fue una gran ayuda para mi tipo de alimentación. Fue la primera fuente concentrada de vitamina A que consumí en una década, más de una década".

La formación continua es fundamental para seguir adelante

Conforme la ciencia nutricional siga avanzando, estamos obligados a actualizarnos sobre lo que hoy consideramos un hecho. Por ejemplo, Minger expone pruebas que sugieren que consumir muy pocas grasas puede mejorar el metabolismo de los carbohidratos. Según Minger:

"Existe algo llamado el ciclo de Randle. Existe una competencia entre los ácidos grasos libres y la glucosa en el torrente sanguíneo para que la pueda utilizar como combustible.
Me parece que tenemos suficiente evidencia para decir con bastante claridad que cuando se combinan grasa y carbohidratos dentro de la misma comida y tiene un buen estado de salud – observará una reducción en la respuesta de la glucosa, pero verá la misma cantidad de secreción de insulina.
La grasa no disminuye las necesidades de insulina de su cuerpo cuando está comiendo carbohidratos. De alguna manera lo amplifica. Se han realizado estudios en donde una persona con diabetes ha consumido una papa para luego repetir el estudio con mantequilla añadida ...
Cuanta más mantequilla se agregaba a la papa, mayor era la cantidad de insulina que la persona con diabetes necesitaba para hacer frente a esa comida en particular. Existe un efecto interactivo entre la grasa y los carbohidratos, incluso en el lapso de una comida ...
No creo que debamos adoptar para siempre una única variedad [es decir, una alimentación alta en carbohidratos o en grasas]. Es evidente que necesita nutrientes liposolubles. Necesitará algunos alimentos grasos que también sean muy nutritivos. A su vez, necesitará hacer ciclos con más carbohidratos para lidiar con las consecuencias a largo plazo de las dietas cetogénicas...
En mi opinión existe una manera de integrar todo. En resumen, todas las comunidades beligerantes que se inclinan por algún tipo de alimentación necesitan renunciar a su ego y comunicarse entre sí.
Deben dejar de afirmar que son dueños de la verdad. Deben comenzar a escuchar al otro e interesarse por entender las razones por las que los aspectos de su alimentación funcionan para ellos.
A mi parecer, esa es la forma en que mejor he aprendido, al desafiar lo que creo. Porque si lo que creo puede ser refutado, entonces no es una buena hipótesis a la cual aferrarse. Necesita revisar constantemente su teoría sobre el mundo, la nutrición y todo en general. Necesita estar en un constante estado de evolución".