HISTORIA EN BREVE
- La depresión puede originarse por una amplia variedad de factores biológicos, psicológicos y ambientales, al igual que por ciertos medicamentos
- Más de 200 medicamentos generan depresión como efecto secundario
- En los Estados Unidos, el 38 % de los adultos toman uno o más medicamentos que pueden causar depresión como efecto secundario. Casi el 10 % toma 3 o más medicamentos que causan depresión
- El 7 % de las personas que tomaron un medicamento relacionado con la depresión informaron síntomas de dicha afección. Entre los que tomaron 2 medicamentos que podían causar depresión, la tasa fue del 9 %
- Las personas que toman 3 o más medicamentos que generan depresión como efecto secundario, tenían una tasa de depresión 3 veces mayor, en comparación con aquellas que tomaban medicamentos que no la inducían como efecto secundario conocido
- Muchos medicamentos también aumentan el riesgo de pensamiento suicida
Por el Dr. Mercola
Por años, la ciencia convencional había considerado la depresión como un efecto secundario del desequilibrio químico en el cerebro.
En la actualidad, la mayoría de las soluciones farmacéuticas para la depresión aún giran en torno a esta teoría, pese a que la hipótesis de la serotonina ha sido desacreditada en gran medida.1 Tal y como se señaló en una investigación realizada en 2014 sobre los antidepresivos:2
"Se supone que los antidepresivos funcionan al corregir un desequilibrio químico, en concreto, la falta de serotonina en el cerebro... Pero los análisis de los datos publicados e inéditos que fueron escondidos por las compañías farmacéuticas revelan que la mayoría (si no es que todos) los beneficios son debido al efecto placebo...
Al analizar los datos... no nos sorprendió encontrar un sustancial efecto placebo sobre la depresión. Lo que nos sorprendió fue cuán pequeño fue el efecto del medicamento.
El 75 % de la mejora reportada en el grupo bajo medicación también se produjo cuando las personas recibieron pseudo píldoras sin ningún ingrediente activo en ellas.
La teoría de la serotonina es similar a cualquier otra teoría en la historia de la ciencia que más tarde se demostró que era equivocada. En lugar de curar la depresión, los antidepresivos comunes pueden inducir una vulnerabilidad biológica que hace que las personas tengan más probabilidades de deprimirse en el futuro".
La respuesta placebo representa la mayor parte de la reacción beneficiosa a los antidepresivos
El autor de ese estudio realizado en 2014, Irving Kirsch, es un psicoterapeuta que ha realizado diversos análisis sobre los antidepresivos. En 2002, su equipo emitió una petición formal bajo la Ley de Libertad de Información a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), solicitando los datos suministrados por las compañías farmacéuticas como parte del proceso de aprobación de medicamentos.
La FDA exige que las compañías farmacéuticas proporcionen datos sobre todos los ensayos clínicos que hayan patrocinado y esto incluye a los ensayos que no han sido publicados. Resultó que casi la mitad de los ensayos clínicos sobre antidepresivos quedaron inéditos.
Cuando se incluyeron los ensayos publicados e inéditos, el 57 % demostró que el medicamento no tenía beneficio clínico alguno sobre el placebo. Por si fuera poco, la respuesta al placebo representó el 82 % de la respuesta beneficiosa a los antidepresivos.
Estos resultados se reprodujeron en un estudio realizado en 2008,3 utilizando otro conjunto de datos incluso mayor que estaba resguardado por la FDA. De hecho, ahora sabemos que la depresión es mucho más complicada de lo que se suponía en el pasado.
La "cura" de la depresión no resulta ser tan sencilla como ajustar los niveles de sustancias químicas en su cerebro con un medicamento antidepresivo. La depresión puede originarse de una amplia variedad de factores biológicos, psicológicos y ambientales, así como por el uso de ciertos medicamentos.
Diversos medicamentos de uso común pueden causar depresión
Junto con la depresión,4 la ansiedad y el suicidio en aumento, resulta cada vez más forzoso llegar al origen de toda esta miseria. Resulta impresionante que 1 de cada 6 personas en los Estados Unidos ahora está tomando medicamentos psiquiátricos. Entre las mujeres adultas, la proporción es de 1 en 4.5 A pesar del uso generalizado de antidepresivos, no hemos visto mejoría alguna en las tasas de depresión. Por el contrario, parecen estar empeorando.
Al parecer, una parte del problema son los antidepresivos en sí. Tal y como lo señaló Kirsch, estos medicamentos "inducen la vulnerabilidad biológica" que en realidad aumenta el riesgo de depresión crónica y/o un agravamiento de la afección.
Sin embargo, otros medicamentos que no son psiquiátricos también tienen un impacto, y esto es algo que pocos conocen o toman en consideración. De acuerdo con investigaciones recientes,6,7,8,9,10 38 % de los adultos en los Estados Unidos toman uno o más medicamentos que pueden causar depresión como efecto secundario.
Casi el 10 % toma 3 medicamentos o más que causan depresión. "Cabe señalar que muchos de los medicamentos relacionados con la depresión como un posible efecto secundario incluyen medicamentos recetados de uso común, algunos también pueden adquirirse sin receta médica", declaró el autor principal, Dima Qato, investigador farmacéutico de la Universidad de Illinois para la agencia de noticias Reuters.11
Por desgracia, pocos se toman el tiempo para investigar la larga lista de posibles efectos secundarios de cada uno de los medicamentos que toman. Y aun menos personas sospechan que sus medicamentos tienen algún tipo de influencia en el estado de ánimo.
Asimismo, la mayoría de veces los médicos simplemente recetan un antidepresivo en lugar de realizar la investigación pertinente con el fin de determinar si la depresión puede ser causada por un medicamento que el paciente ya esté tomando.
¿Su depresión es resultado de uno de sus medicamentos?
Entre 2005 y 2014, los investigadores analizaron los patrones de uso de medicamentos en más de 26 190 adultos con el fin de evaluar la posible influencia del uso de medicamentos en las tasas de depresión. En general, casi el 8 % de los participantes informó tener depresión. Asimismo, el 7 % de las personas que tomaron solo un medicamento relacionado con la depresión informaron sufrir esta enfermedad.
Entre los que tomaron 2 medicamentos capaces de causar depresión, la tasa de esta enfermedad fue del 9 %. Era de esperarse que las personas que toman 3 o más medicamentos que causan depresión como efecto secundario tengan una tasa de depresión 3 veces mayor, en comparación con aquellas que tomaron medicamentos que no la inducían como un efecto secundario: 15 % comparado con un 5 %.
Cabe señalar que aquellos que tomaron antidepresivos, en combinación con uno o más medicamentos que causan depresión, también tenían mayor riesgo de manifestar síntomas de depresión, en comparación con los pacientes que tomaban antidepresivos pero no otros medicamentos que causan depresión como efecto secundario.
Lo anterior podría ser otra razón por la que muy pocas personas obtienen alivio de sus antidepresivos. Al respecto, Dima Qato declaró lo siguiente para el portal Psypost:12
"El mensaje central de este estudio es que la polifarmacia puede provocar síntomas depresivos y que tanto los pacientes como los especialistas médicos deben ser conscientes del riesgo de depresión que conlleva todo tipo de medicamentos de prescripción, de los cuales muchos también son de venta libre.
Las personas no solo usan cada vez más estos medicamentos por sí solos, sino que los usan cada vez más de forma simultánea, pese a que muy pocos tienen etiquetas de advertencia, por lo tanto, hasta que no tengamos soluciones a nivel público o sistémico, los pacientes y profesionales de la salud deben ser conscientes de los riesgos.
En vista de que la depresión es una de las principales causas de discapacidad y de que las tasas nacionales de suicidio han aumentado, debemos pensar en esta afección de manera innovadora como un problema de salud pública, y este estudio prueba que los patrones de uso de medicamentos deben ser empleados para generar estrategias cuyo fin sea eliminar, reducir o minimizar el impacto de la depresión en nuestra vida cotidiana".
Más de 200 medicamentos causan depresión como efecto secundario
En total, el equipo identificó más de 200 medicamentos recetados que causan depresión como un efecto secundario, algunos de estos son:
Inhibidores de la bomba de protones, antagonistas H2
y antiácidos para tratar la acidez estomacal y úlceras |
Betabloqueantes utilizados para tratar la
hipertensión arterial |
Píldoras anticonceptivas y anticonceptivos de
emergencia |
Interferones utilizados para tratar el cáncer y
ciertas infecciones virales |
Anticonvulsivos como la gabapentina |
Ciertos medicamentos antihistamínicos |
Corticosteroides como la prednisona |
Ibuprofeno de prescripción médica y otros
analgésicos |
Barbara Mintzes, una investigadora farmacéutica de la Universidad de Sídney en Australia, comentó lo siguiente respecto al estudio:13
"Si una persona desarrolla depresión, sobre todo sin poder encontrar una razón clara para ello, siempre debe preguntarle a su médico si alguno de los medicamentos que está tomando podría causarla como efecto secundario. Por lo general, los pacientes que sí desarrollan depresión como efecto secundario del medicamento pueden empezar a tomar otros medicamentos recetados".
Muchos medicamentos también pueden desencadenar pensamientos suicidas
Resulta inquietante que muchos de estos medicamentos también aumentan el riesgo de pensamiento suicida, y el porcentaje de adultos que toman al menos un medicamento que da pie al suicidio como un posible efecto secundario alcanzó el 24 % en 2014, frente al 17 % en 2005.
¿Podría ser esta la razón por la que las tasas de suicidio también han alcanzado su punto más alto? Las estadísticas revelan que las tasas de suicidio aumentaron un 28 % entre 1999 y 2015.14 En 2016, casi 45 000 personas en los Estados Unidos cometieron suicidio, lo que la convirtió en la décima causa de muerte más común ese año.
Junto con las sobredosis y la enfermedad de Alzheimer, el suicidio es una de las 3 principales causas de muerte en aumento. Tanto la depresión como el suicidio también se han disparado entre niños y adolescentes, lo que refleja oportunamente un rápido aumento en el consumo de medicamentos.
Esto incluye a los antidepresivos, pero también a muchos otros medicamentos que son clasificados como de alto riesgo para la depresión, como las píldoras anticonceptivas y medicamentos para la acidez, antihistamínicos y analgésicos. Hoy por hoy, incluso los niños pequeños están tomando medicamentos psicoestimulantes como el Ritalin.15
Entre 2010 y 2016, la tasa de suicidios aumentó un 70 % entre las chicas jóvenes (de 10 a 19 años). En efecto, otros factores que inducen la depresión también han aumentado en los últimos años, como el uso de las redes sociales en lugar del contacto cara a cara, así como la exposición crónica y excesiva a los campos electromagnéticos (EMF, por sus siglas en inglés), pero el creciente uso de medicamentos que inducen la depresión como efecto secundario podría ser un factor significativo o agravante.
Otras causas subyacentes de la depresión que se ignoran por completo
Además de los efectos secundarios de los medicamentos, otros factores que contribuyen a la depresión y que con frecuencia se ignoran o se pasan por alto pueden ser los siguientes (tenga en cuenta que esta no es una lista limitativa):
Inflamación crónica Cada vez más científicos afirman que la depresión se
debe en gran medida a la inflamación. De hecho, los síntomas de la depresión en realidad pueden ser manifestaciones de inflamación. Esto se
debe a que cuando las citocinas, un grupo de proteínas, desencadenan la
inflamación en su cuerpo, hacen que su cerebro entre en un "modo de
enfermedad".16 George Slavich, un psicólogo clínico de la
Universidad de California, quien dedicó años de su vida a estudiar la
depresión, declaró lo siguiente para el diario The Guardian:17 "Ya
ni siquiera hablo de ella como una afección psiquiátrica. Claro, abarca el
ámbito de la psicología, pero también involucra partes proporcionales de la
biología y salud física". Los investigadores también descubrieron que ciertos
tipos de depresión, como la depresión posparto, la depresión melancólica y el trastorno bipolar, están relacionados
con niveles elevados de citocinas, junto con una disminución de la
sensibilidad al cortisol (una hormona del estrés que protege contra la
inflamación).18 |
Disfunción e inflamación intestinal La inflamación intestinal en específico también se
ha relacionado con la depresión. Se cree que una interrupción en el eje del
intestino cerebro es la causa principal de la inflamación. Recuerde que su
intestino es su segundo cerebro, ya que durante el desarrollo fetal su
intestino se elaboró con el mismo tejido que su cerebro. Una revisión científica de 2011 destaca el vínculo
entre su intestino y su cerebro al afirmar que19 "Las
personas con inflamación gastrointestinal y enfermedades autoinmunes
provocadas por la inflamación crónica de bajo grado sufren de depresión, y en
realidad puede ser una manifestación neuropsiquiátrica de un síndrome
inflamatorio crónico". Atenuar los estímulos proinflamatorios, lo cual mejora
la función cerebral, puede ayudar a tratar la inflamación gastrointestinal y
esto puede ser posible con la ayuda de probióticos y las vitaminas B y D. |
Experimentar un evento traumático Perder a un ser querido, problemas de relaciones
afectivas, problemas financieros, accidentes trágicos y otros eventos
significativamente dolorosos pueden afectar gravemente a una persona y
desempeñan un papel en el riesgo tanto de depresión como de suicidio.20 En
un estudio,21 un evento traumático fue el único determinante
más grande de ansiedad y depresión. Otros factores fueron secundarios, como los
antecedentes familiares de alguna enfermedad mental. Esto realmente destaca la importancia de contar con
herramientas efectivas para abordar los conflictos y problemas emocionales.
En lo particular, una de mis herramientas favoritas es la Técnica de Libertad
Emocional, pero también existen otras maneras de aumentar su capacidad de resiliencia, es decir, su capacidad para "recuperarse" tras algún
evento estresante. |
Genética Los estudios encontraron que es común que las
personas con depresión tengan bajos niveles de factor neurotrófico derivado
del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés), lo que sugiere que este puede
desempeñar un papel importante en la depresión y ansiedad. Investigaciones adicionales22 confirman
que una alteración conocida como polimorfismo en un solo nucleótido del gen
BDNF también puede desempeñar un papel en el riesgo de depresión y ansiedad. Se dice que el 20 % de las personas en los Estados
Unidos tiene esta alteración en el BDNF, lo que provoca la contracción de las
neuronas en el hipocampo y reduce la conectividad entre las mismas. Uno de los investigadores enfatizó: "Al igual
que la hipertensión contribuye al riesgo de cardiopatía, la alteración del
BDNF aumenta el riesgo de depresión, ansiedad y trastornos de la memoria,
pero no es la única razón por la que ocurren". |
Bajos niveles de vitamina D La deficiencia de vitamina D ha sido una causa
reconocida del trastorno afectivo estacional, uno de los tipos más comunes de depresión. Un estudio realizado en 200623 también encontró que
las personas mayores con niveles de vitamina D por debajo de 20 ng/ml tienen
11 veces más probabilidades de experimentar depresión, en comparación con las
personas con niveles más altos de vitamina D. Si se siente abrumado por la depresión, le
recomiendo que evalúe su nivel de vitamina D y aborde cualquier deficiencia.
Lo ideal es que tenga un nivel que oscile entre los 60 y 80 ng/ml durante
todo el año. La mejor manera de optimizar sus niveles de vitamina
D es a través de la exposición solar, pero si eso no es posible, tomar un suplemento de vitamina D3 puede
ser la segunda mejor estrategia. |
Bajo índice de omega-3 Probablemente el DHA de grasa omega-3 de origen animal sea el nutriente más importante para tener una función cerebral
óptima y prevenir la depresión. Aunque puede obtener DHA a partir del aceite
de kril o de pescado, es mucho mejor obtenerlo de pescado limpio y con un
bajo índice de mercurio, como el salmón silvestre de Alaska, las sardinas, el
arenque, las anchoas y la hueva de pescado. Además de controlar su nivel de vitamina D, le
recomiendo que se someta a una prueba para medir su índice de omega-3 con el
fin de garantizar que no sufra una deficiencia. Lo ideal es que su índice de
omega-3 sea del 8 % o superior. |
Bajos niveles de colesterol También es posible que deba comprobar su nivel
colesterol con el fin de garantizar que no sea demasiado bajo. Los bajos
niveles de colesterol están relacionados con un drástico aumento en las tasas
de suicidio y de agresión a terceros.24 Esta mayor expresión de violencia hacia uno mismo y
hacia otros puede deberse a que el bajo nivel de colesterol en la membrana
disminuye la cantidad de receptores de serotonina en el cerebro, que son
aproximadamente un 30 % de colesterol en peso. Por lo tanto, las concentraciones más bajas de
colesterol sérico pueden contribuir a la disminución de la serotonina
cerebral, lo que no solo contribuye a la depresión relacionada al suicidio,
sino que también evita la supresión del comportamiento agresivo y de
violencia hacia uno mismo y hacia los demás. |
Deficiencia de vitamina B Llevar un tipo de alimentación con un bajo índice de
folato es un factor de riesgo para la depresión aguda, lo que aumenta su
riesgo hasta en un 300 %.25,26 Si está tomando un suplemento,
le sugiero el metilfolato, ya que esta forma de ácido fólico es la más
efectiva. Asimismo, otras deficiencias de vitamina B, incluyendo la deficiencia de B1, B2, B3, B6, B8 y B12 también pueden
producir síntomas de trastornos neuropsiquiátricos. La deficiencia de vitamina B12, en particular, puede contribuir a la depresión y afecta a 1 de cada
4 personas. Un estudio27,28 que demuestra la
importancia de las deficiencias vitamínicas en la depresión tuvo como
participantes a un grupo de adolescentes con tendencias suicidas. La mayoría
resultó tener deficiencia de folato cerebral. Uno de los 33 participantes también mostró una
profusa deficiencia de tetrahidrobiopterina en el líquido cefalorraquídeo
(CSF, por sus siglas en inglés), un cofactor crítico para la síntesis de
neurotransmisores monoamina. Según los autores, "Todos los pacientes con
deficiencia cerebral de folato, incluido uno con bajos niveles en el líquido
cefalorraquídeo de 5-MTHF y tetrahidrobiopterina intermedios, mostraron una
mejoría en los síntomas de depresión tras haber tomado el tratamiento con
ácido folínico; el paciente con tetrahidrobiopterina baja también tomó
sapropterina... El tratamiento con sapropterina, un análogo de tetrahidrobiopterina,
provocó una remisión radical y de larga duración de la depresión". |
Una alimentación basada en productos procesados Los 3 culpables de arruinar su estado de ánimo, y
que están presentes en los alimentos procesados, son los azúcares añadidos, endulzantes artificiales y aceites vegetales procesados.
Varios estudios han relacionado los tipos de alimentación con alto contenido
de azúcar con un mayor riesgo de depresión. En uno de los estudios, los hombres que consumían
más de 67 gramos de azúcar al día tenían una propensión 23 % mayor de
desarrollar ansiedad o depresión en el transcurso de 5 años, en comparación
con aquellos que consumían menos de 40 gramos al día.29 Una investigación30 publicada en
2002, que correlacionó el consumo per cápita de azúcar con la prevalencia de
depresión severa en 6 países, también encontró "una correlación
altamente significativa entre el consumo de azúcar y la tasa anual de
depresión". Un estudio realizado en España31 y
publicado en 2011 relacionó específicamente a la depresión con el consumo de
productos horneados. Quienes consumieron la mayor cantidad de este tipo de
productos tuvieron un riesgo 38 % mayor de sufrir depresión, en comparación
con los que comieron menos. De manera similar, un estudio de 201632 encontró
un fuerte vínculo entre los tipos de alimentación altos en azúcar (alimentos
con un alto índice glucémico, como alimentos procesados, bebidas endulzadas y
granos refinados) y la depresión en mujeres durante la posmenopausia. Cuanto mayor sea el índice glucémico en la
alimentación de las mujeres, mayor será su riesgo de depresión. Una
alimentación alta en frutas enteras, fibra, vegetales y lactosa se relacionó
con una menor probabilidad de depresión. Los tipos de alimentación con un alto contenido de
azúcar también promueven la inflamación crónica y suprimen el BDNF, ambos
aspectos se han analizado antes y tiene un efecto negativo en la dopamina, un
neurotransmisor que alimenta el sistema de recompensa de su cerebro33 (de
ahí el potencial adictivo del azúcar34,35,36) y se sabe que
desempeña un papel en trastornos del estado de ánimo.37 Otros estudios38,39,40,41,42 también
han relacionado a los endulzantes artificiales con la depresión y el mal
funcionamiento emocional, por lo que empezar a consumir productos de
"dieta" es muy poco recomendable. Por último, los alimentos procesados son una fuente importante de ingredientes transgénicos y de
herbicidas tóxicos como el Roundup. Además de ser tóxico y potencialmente
cancerígeno, se ha demostrado que el glifosato, el ingrediente activo, diezma
preferencialmente los microbios intestinales beneficiosos. Muchos granos necesitan secarse en el campo antes de
ser cosechados y, para acelerar ese proceso, los campos se rocían con
glifosato un par de semanas antes de la cosecha. Como resultado de esta práctica, llamada desecación,
los productos basados en granos suelen contener vastas cantidades de
glifosato. Esta razón por sí sola es suficiente para optar por un tipo de
alimentación sin granos, pero si elige comer productos de granos enteros,
asegúrese de que sean orgánicos para evitar la contaminación con glifosato. Probablemente también deba evaluar lo que elige para
beber, ya que la mayoría de las personas beben muy poca agua pura y dependen
de bebidas azucaradas como gaseosas, jugos de frutas, bebidas deportivas y
bebidas energéticas para saciar sus necesidades de hidratación saborizada. Ninguna
de esas alternativas beneficiará su salud mental. |
Gluten y lectinas El gluten también parece ser particularmente
problemático para muchas personas. En caso de que esté lidiando con la
depresión o ansiedad, sería recomendable que intente llevar una alimentación
sin gluten. Ciertos tipos de lectinas, sobre todo la glutamina de germen de trigo (WGA, por sus siglas en inglés), también son conocidas por sus
efectos psiquiátricos secundarios. La WGA puede cruzar su barrera
hematoencefálica43 a través de un proceso llamado
"endocitosis de adsorción", que arrastra consigo otras sustancias. La WGA puede adherirse a su vaina de mielina44 y
es capaz de inhibir el factor de crecimiento nervioso,45 que
es importante para el crecimiento, mantenimiento y supervivencia de ciertas
neuronas diana. |
Exposición crónica a los campos electromagnéticos Otra estrategia fundamental para prevenir o tratar
la depresión y ansiedad es limitar su exposición a las tecnologías
inalámbricas y campos eléctricos. Los estudios han relacionado la exposición
excesiva a los campos electromagnéticos (EMF, por sus siglas en inglés) con
un mayor riesgo tanto de depresión como de suicidio.46 Asimismo, según una investigación,47 la
adicción o "uso excesivo" de los dispositivos móviles también puede
desencadenar depresión y ansiedad. Una investigación48 realizada por el
Dr. Martin Pall, reveló un mecanismo de daño biológico que es producido por
las microondas emitidas por los celulares y por otras tecnologías
inalámbricas, lo que ayuda a explicar por qué estas tecnologías pueden tener
un impacto tan contundente en su salud mental. Los canales de calcio voltaje dependientes (VGCC,
por sus siglas en inglés) están incrustados en sus membranas celulares y son
activados por microondas. Cuando se activan, se desencadena un alud de
efectos bioquímicos que provocan la creación de radicales libres de hidroxilo
que son extremadamente destructivos. El peroxinitrito produce un estrés oxidativo que
diezma tanto el ADN mitocondrial como el nuclear, así como sus membranas y
proteínas. El resultado final es la disfunción mitocondrial, que como ahora
sabemos, es el origen de la mayoría de las enfermedades crónicas. Los tejidos
con la densidad más alta de VGCC están en su cerebro, el marcapasos en su
corazón y los testículos. Por lo tanto, las afecciones como la ansiedad, la depresión,
el alzhéimer, las arritmias cardíacas y la infertilidad pueden estar
directamente relacionadas con la exposición excesiva a las microondas. Así que, si sufre problemas de ansiedad o depresión,
asegúrese de limitar su exposición a las
tecnologías inalámbricas.
Algunas de las medidas más sencillas son apagar su wifi por la noche, no
llevar su celular en su cuerpo y no tener celulares y otros dispositivos
eléctricos en su recamara. El cableado eléctrico dentro de las paredes de su
recamara probablemente sea la fuente principal que deba abordar. Su mejor
opción al respecto es desactivar la electricidad de su recamara por la noche. Esto funcionará si no hay habitaciones contiguas. Si
las hay, posiblemente deba desactivar la electricidad de esas habitaciones
también. La única forma de saberlo sería medir los campos eléctricos. |
Para curar la depresión, aborde las causas subyacentes
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la depresión se ha convertido en la principal causa de enfermedad y discapacidad en el mundo,49,50 al afectar a 322 millones de personas, incluyendo a más de 16 millones de personas en los Estados Unidos.
Con esto, resulta evidente que algo está terriblemente mal. Estoy convencido de que la alimentación desempeña un papel fundamental, pero, como puede ver, existen muchos otros factores agravantes.
Entre ellos está el hecho de que al menos 200 medicamentos de uso común inducen la depresión como un efecto secundario y que muchas personas toman más de uno de esos medicamentos.
Si está luchando contra la depresión y toma medicamentos con regularidad, ya sean de prescripción o venta libre, verifique si mencionan la depresión como un efecto secundario. Si es así, suspender o cambiar ese medicamento puede ser suficiente para reequilibrarlo.
Ahora bien, independientemente de los medicamentos que tome, le recomiendo abordar su alimentación prestando suma atención a lo mencionado anteriormente: evite el azúcar, endulzantes artificiales, granos, lectinas y alimentos procesados en general; asimismo, obtenga suficientes cantidades de vitaminas B, omega-3 de origen animal, grasas saludables y vitamina D.
Como hemos mencionado, la inflamación es un importante factor relacionado, por lo que una alimentación saludable (baja en azúcar y alta en grasas saludables con una cantidad moderada de proteína) contribuirá en gran medida a sofocar los brotes de inflamación.
Estoy convencido de que abordar los campos electromagnéticos también es un aspecto importante en el tratamiento de la depresión, tal y como lo es fortalecer su capacidad de resiliencia y no permitir que el estrés diario se salga de control.
En el caso de sufrir un evento traumático en particular, como un divorcio o la muerte de un ser querido, busque ayuda para superarlo. Recuerde que, en muchos casos, los antidepresivos solo empeoran la situación ya que están relacionados con un mayor riesgo de suicidio, violencia y peor estado de la salud mental a largo plazo.
Por lo tanto, antes de recurrir a la medicación, considere la posibilidad de abordar los aspectos básicos del estilo de vida. Puede descubrir una amplia variedad de recomendaciones de tratamiento, que no implican el uso de medicamentos, en los siguientes artículos: "El tratamiento para la depresión: Enfoques sin medicamentos para abordar este trastorno" y "Tratamientos alternativos efectivos para la depresión".
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