HISTORIA EN BREVE
- El sistema inmunológico es su primera línea de defensa contra todo tipo de infecciones, ya sean bacterianas o virales, por lo que la forma más efectiva de prevenir enfermedades infecciosas, como la influenza, es tener un fuerte sistema inmunológico
- La quercetina, un flavonol que se encuentra de forma natural en las manzanas, ciruelas, uvas rojas, té verde, flores de saúco y cebollas, ofrece un poderoso efecto antiviral que inhibe diversas cepas de influenza, hepatitis B y C, además de otros tipos de virus
- Asimismo, la quercetina combate la inflamación y actúa como un antihistamínico natural
- La quercetina reduce las enfermedades virales e impulsa el rendimiento mental tras estar bajo un extremo estrés físico, el cual podría socavar su función inmunológica y hacerlo más susceptible a las infecciones
- Sus efectos antivirales se pueden atribuir a 3 mecanismos principales de acción: Inhibir la capacidad del virus para infectar otras células, inhibir la replicación de células ya infectadas y reducir la resistencia de las células infectadas al tratamiento con medicamentos antivirales
Por el Dr. Mercola
Su sistema inmunológico es su primera línea de defensa contra todo tipo de infecciones, ya sean bacterianas o virales, por lo que la forma más efectiva de prevenir enfermedades infecciosas, como la influenza, es tener un fuerte sistema inmunológico.
Su alimentación y otros factores de estilo de vida son fundamentales para tener una óptima función inmunológica, sin embargo, ciertos suplementos también pueden ser útiles.
Uno de estos suplementos es la quercetina,1 un flavonol antioxidante que se encuentra de manera natural en las manzanas, ciruelas, uvas rojas, flores de saúco, cebollas, el té verde, entre otros alimentos. Para obtener una lista más detallada, consulte la clasificación del portal Superfoodly de los 100 mejores alimentos cargados con quercetina.2
La quercetina ha demostrado combatir la inflamación y actúa como un antihistamínico natural. El extracto de la flor de sauco, que es rico en quercetina, se ha utilizado tradicionalmente como un tónico para aumentar la inmunidad. Asimismo, es ampliamente conocido por mejorar la salud pulmonar y del tracto bronquial.
De igual forma, la quercetina está disponible en forma de suplemento y se ha utilizado para mitigar la obesidad, diabetes tipo 2,3 disfunción circulatoria, inflamación crónica, fiebre del heno y los trastornos del estado de ánimo.4 Además, diversos estudios han señalado la capacidad de la quercetina para prevenir y tratar tanto el resfriado común como la influenza.5
La quercetina reduce significativamente su riesgo de enfermedad viral
Una investigación6 realizada en la Appalachian State University en Carolina del Norte y publicada en 2007, descubrió que la quercetina reduce las enfermedades virales e impulsa el rendimiento mental tras estar bajo un extremo estrés físico, el cual podría socavar su función inmunológica y hacerlo más susceptible a las infecciones. La investigación en cuestión fue financiada por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos.
Para investigar los efectos de la quercetina en las enfermedades virales, se dividieron a 40 ciclistas en 2 grupos; la mitad de ellos recibió durante 5 semanas una dosis diaria de 1000 mg de quercetina en combinación con vitamina C (que mejora los niveles plasmáticos de quercetina)7,8 y niacina (para mejorar la absorción), mientras que la otra mitad recibió un placebo.
Tres semanas después de la prueba, los atletas montaronbicicleta 3 horas al día durante 3 días continuos. Se tomaron muestras sanguíneas y tisulares tanto antes como después de la prueba.
El análisis reveló que el 45 % del grupo placebo contrajo una enfermedad viral después del estrés físico, en comparación con solo el 5 % del grupo de tratamiento. De acuerdo con el investigador principal, el Dr. David Neiman:
"Esa es una diferencia muy significativa. Cuando se tiene un estudio doble ciego controlado con placebo y se obtiene ese tipo de disparidad, no puede ser una casualidad...
Estos son resultados revolucionarios pues este es el primer ensayo clínico, doble ciego, aleatorizado y controlado por placebo que ha descubierto que este compuesto de una planta natural puede prevenir enfermedades virales...
Todo indica que se necesita mucho estrés para que sean visibles las propiedades de la quercetina para combatir infecciones. Todo esto sobrevino cuando los atletas se encontraban bajo un alto estrés oxidativo, cuando las hormonas del estrés se encontraban elevadas y también sufrían daño muscular.
Los atletas que tomaron el suplemento de quercetina mantuvieron su capacidad de reacción durante una prueba de estado de alerta cuando se agotaron, mientras que los que tomaron el placebo fueron considerablemente más lentos. Los datos de infección y vigilancia son nuestros 2 hallazgos más relevantes en este estudio".
La quercetina protege contra la influenza y otras infecciones virales
En otro estudio financiado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (DARPA, por sus siglas en inglés) del Departamento de Defensa de los Estados Unidos y publicado en 2008, los animales tratados con quercetina fueron suministrados con un virus de influenza H1N1 el cual es sumamente patógeno.
Nuevamente, el grupo de tratamiento tuvo una morbilidad y mortalidad significativamente más baja en comparación con el grupo placebo.
Estos y otros estudios similares lideraron el desarrollo de un suplemento de quercetina para el personal militar. En el año 2008, el entonces director de la DARPA, el Dr. Tony Tether, testificó ante el Subcomité de Terrorismo, Amenazas y Capacidades No Convencionales que la quercetina "ayudará a mantener sanos a los combatientes durante el entrenamiento y el despliegue".
El suplemento Q-Force también está a la venta para el público en general. Otros estudios han confirmado la efectividad de la quercetina contra la influenza y otros tipos de virus. Aquí le presentamos una breve descripción de dichos estudios:
Un estudio de 1985 descubrió que la quercetina
inhibe la infectividad y la replicación del virus del herpes simple tipo 1,
de la polio tipo 1, de la parainfluenza tipo 3 y del virus sincicial
respiratorio.9 |
Un estudio con animales realizado en 2010 encontró
que la quercetina inhibe los virus de la influenza A y B. Asimismo, se
hicieron otros 2 descubrimientos relevantes. En primer lugar, estos tipos de virus no pudieron
desarrollar resistencia a la quercetina y, en segundo lugar, cuando se empleó
de manera concomitante con medicamentos antivirales (amantadina u
oseltamivir), el efecto se acrecentó significativamente y evitó que se
desarrollara la resistencia a los medicamentos.10 |
Un estudio con animales realizado en 2004 y que
investigó el efecto de la quercetina en la influenza, utilizó una cepa del
virus H3N2. De acuerdo con los autores de este estudio:11 "En los ratones, la instilación del virus de la
influenza A/Udorn /317/72 (H3N2) por vía intranasal produjo una disminución
significativa de las concentraciones pulmonares de catalasa, bajos niveles de
glutatión y superóxido dismutasa... Estos efectos se observaron el quinto día
después de la instilación viral. La suplementación oral con quercetina simultánea con
instilación viral produjo aumentos significativos en las concentraciones
pulmonares de catalasa, bajos niveles de glutatión y superóxido dismutasa... Se concluyó que, durante la infección por el virus
de la influenza, existe ‘estrés oxidativo’. La quercetina restauró las concentraciones de muchos
antioxidantes, por lo que se plantea que podría ser útil como medicamento con
el fin de proteger el pulmón de los efectos nocivos de los radicales libres
derivados del oxígeno que se liberan durante la infección del virus de la
influenza". |
En 2014, los investigadores observaron que la
quercetina parece ser "un tratamiento prometedor para el resfriado
común" que es causado por el rinovirus, y agregó que "Se ha
demostrado que la quercetina reduce la internalización viral y la replicación
in vitro, la carga viral, la inflamación pulmonar y la hiperrespuesta in vivo
de las vías respiratorias".12 Al atenuar el daño oxidativo, también se disminuye
el riesgo de infecciones bacterianas secundarias, que en realidad son
la principal causa de muertes
relacionadas con la influenza. Cabe
señalar que la quercetina aumenta la biogénesis mitocondrial en el músculo
esquelético, lo que sugiere que parte de sus efectos antivirales se deben a
una mayor señalización antiviral mitocondrial. De acuerdo con los autores: "... Los estudios in vitro han demostrado que
la quercetina actúa como un potente agente antiviral al inhibir la
replicación viral de diversos tipos de virus respiratorios, como el de la
influenza, parainfluenza, virus sincicial respiratorio, adenovirus y
rinovirus. Aunque los mecanismos antivirales de la quercetina
no se conocen a la perfección, se han propuesto diversas posibilidades que se
sintetizan en la Figura 1." La quercetina inhibe la replicación viral en varias
etapas: bloquea la endocitosis mediante la inhibición de PI-3 cinasa, la
transcripción del genoma viral mediante la inhibición de la ARN polimerasa 3D
POL y el traslado de la proteína viral al favorecer la división de la eIF4G. A su vez, la quercetina también aumenta la
depuración viral al mejorar las respuestas antivirales mitocondriales. Todos
estos eventos en conjunto ocasionan que las respuestas proinflamatorias
disminuyan. Fuente: Journal
of Infectious Diseases and Preventive Medicine Mayo 24, 2014; 2: 111 |
Un estudio con animales realizado en 2016 encontró
que la quercetina inhibía el virus de la hepatitis en roedores, además del
virus del dengue.13 |
Otro estudio de 2016 descubrió que la quercetina
ofrecía protección contra el virus de la influenza AH1N1 al modular la
expresión de la proteína. Sobre todo, la regulación de las proteínas de
choque térmico, fibronectina 1 y prohibitina, fue determinante en la
reducción de la replicación viral.14 |
Un tercer estudio publicado en 2016 descubrió que la
quercetina inhibía un amplio espectro de cepas de la influenza, como la H1N1,
H3N2 y H5N1. De acuerdo con los autores, "Este estudio indica que la
quercetina que presenta actividad inhibitoria en la etapa temprana de la
infección por influenza ofrece una futura opción terapéutica para desarrollar
productos naturales efectivos, seguros y asequibles para el tratamiento y la
profilaxis de las infecciones [por virus de la influenza tipo A]".15 |
La quercetina inhibe la hepatitis B y C
En síntesis, los poderosos efectos antivirales de la quercetina pueden atribuirse a 3 principales mecanismos de acción:
- Inhibe la capacidad del virus para infectar células
- Inhibe la replicación de células ya infectadas
- Reduce la resistencia de las células infectadas al tratamiento con medicamentos antivirales
Como puede constatar en la lista de estudios anteriores, la capacidad de la quercetina para prevenir enfermedades no se limita a la influenza.
Las investigaciones demuestran que es increíblemente efectiva para mejorar la salud inmunológica en general; asimismo, los estudios han demostrado que puede inhibir las infecciones por hepatitis B16 y C.17
Incluso puede ser útil en el tratamiento del VIH. Tal y como se señaló en un artículo de la revista Superfoods Scientific Research sobre la quercetina:18
"La hepatitis C es una importante causa de insuficiencia hepática y cáncer de hígado. En agosto de 2009, un estudio celular19 demostró que la quercetina interfería con las señales genéticas que permiten la producción del virus de la hepatitis C.
Los investigadores demostraron que... la quercetina inhibió la producción viral de hepatitis C en el cultivo tisular, al menos parcialmente mediante su inhibición de la expresión de la proteína de choque térmico. La terapia con quercetina redujo la producción de partículas infecciosas a concentraciones no tóxicas de virus de la hepatitis C".
De igual forma, una investigación publicada en 2015 encontró que la quercetina inhibía la replicación del virus de la hepatitis B en las células hepáticas humanas, lo que protege las células de la infección y limita su propagación en muestras ya infectadas.20
Tal y como se observó en estudios previos, cuando se combinó con medicamentos antivirales, en este caso lamivudina, entecavir o adefovir, el efecto antiviral mejoró significativamente.
De acuerdo con los autores, "Los resultados indican que la quercetina inhibe la secreción del antígeno del VHB [virus de la hepatitis B] y la replicación del genoma en líneas celulares de hepatoma humano, lo que sugiere que la quercetina puede ser un posible agente eficaz anti-VHB".
La quercetina es una alternativa mucho más segura que el Tamiflu
Si usted o su hijo contraen gripe y su médico o pediatra les receta Tamiflu, considere que este medicamento antiviral reduce la duración de los síntomas de la gripe por menos de 17 horas.21,22 Tampoco reduce la transmisión viral y no reduce el riesgo de complicaciones de la gripe, como la neumonía.23,24 Los científicos también han advertido que los riesgos superan con creces sus beneficios.25
Estos riesgos incluyen convulsiones, infecciones cerebrales, psicosis y otros problemas neuropsiquiátricos. Recientemente, el Tamiflu figuró en los titulares después de que una niña de 6 años comenzara a tener alucinaciones e intentara saltar por la ventana desde un segundo piso.26
De hecho, diversos estudios han comprobado que el Tamiflu puede causar síntomas psiquiátricos, como cambios de humor, sentimientos suicidas, alucinaciones auditivas, deterioro de la memoria e insomnio.27
El medicamento es particularmente peligroso para los niños, y más de la mitad de todos los niños que toman Tamiflu sufren sus efectos secundarios.28,29 En vista de los riesgos y de la eficacia limitada relacionados con el Tamiflu, la quercetina parece ser una alternativa mucho más segura y efectiva. Los estudios han encontrado reiteradamente que no es tóxica y no conlleva efectos secundarios adversos.
Vitamina D: otro poderoso refuerzo inmunológico y antiviral
Optimizar su vitamina D es otra importante estrategia de prevención que mejorará su función inmunológica y ayudará a prevenir enfermedades infecciosas de todo tipo. Las últimas investigaciones sugieren que lo ideal es tener un nivel de vitamina D en suero de 60 a 80 ng/mL.
Aunque las autoridades de salud convencionales afirman que la vacuna anual contra la gripe es la mejor forma de prevenir la influenza, la documentación médica y la evidencia que se remonta al menos a una década, sugiere que la optimización de la vitamina D puede ser una estrategia mucho más efectiva.
El Dr. John Cannell, fundador del Consejo de Vitamina D, fue uno de los primeros en presentar la teoría de que la deficiencia de esta vitamina en realidad puede ser un factor causante de la gripe. Su hipótesis30 fue publicada inicialmente en la revista Epidemiology and Infection en el 2006.31 Posteriormente se realizó otro estudio publicado en la revista Virology Journal en 2008.32
Al año siguiente, un gran estudio representativo a nivel nacional33 confirmó que las personas con los niveles más bajos de vitamina D reportaron tener significativamente más resfríos o casos de gripe. Desde entonces, diversos estudios han llegado a conclusiones similares.
Recientemente, una revisión científica34,35 publicada el año pasado, concluyó que el suministro de suplementos de vitamina D aumenta la inmunidad y reduce las tasas de resfriado y gripe. En total, se incluyeron 25 ensayos controlados aleatorios en la revisión, en los que participaron cerca de 11 000 personas provenientes de más de una docena de países.
Las personas con una deficiencia significativa de vitamina D (niveles sanguíneos inferiores a 10 ng/mL) y que toman un suplemento de dicha vitamina redujeron en un 50 % su riesgo de infecciones respiratorias, como la influenza. Las personas con niveles más altos de vitamina D también se beneficiaron, aunque no al mismo nivel.
En general, redujeron su riesgo en aproximadamente un 10 %, lo cual según los investigadores fue aproximadamente igual al efecto de las vacunas contra la gripe. Casualmente, el 10 % es la tasa de efectividad de la vacuna contra la gripe de este año.36
La moraleja es que la suplementación con vitamina D supera con creces a la vacuna contra la gripe en términos de efectividad, y cuanto más grave sea su deficiencia de esta vitamina, sus efectos protectores serán mayores.
Además de la vitamina D y la quercetina, obtener vitamina B1 y C puede ser de gran ayuda para preservar su buen estado de salud durante la temporada de gripe y el resto del año. Asimismo, la influenza se ha tratado con éxito con altas dosis de vitamina C,37 y esta última vitamina también aumenta la efectividad de la quercetina. Tomar pastillas de zinc ante el primer signo de un resfriado o gripe también puede ser útil.
Fuentes y Referencias
- 1, 4 Fitoterapia 2015 Oct;106:256-71
- 2 Superfoodly, 100 Quercetin Foods
- 3 Biomedicine & Pharmacotherapy Volume 146. February 2022
- 5 Biomolecules. December 24,2020
- 6 Newswise. Appalachian State University February 8, 2007
- 7 Journal of the American Dietetic Association 2011 Apr;111(4):542-9
- 8, 12 Journal of Infectious Diseases and Preventive Medicine May 24, 2014; 2: 111
- 9 Journal of Medical Virology January 1985 DOI: 10.1002/jmv.1890150110
- 10 Antiviral Research 2010 Nov;88(2):227-35
- 11 Experimental Lung Research 2005; 31(5)
- 13 Asian Pacific Journal of Tropical Medicine January 2016; 9(1): 1-7
- 14 Journal of Agricultural and Food Chemistry 2016; 64(21): 4416-4425
- 15 Viruses 2016 Jan; 8(1): 6
- 16, 20 Virologica Sinica August 2015; 30(4): 261-268
- 17, 19 Hepatology 2009 Dec;50(6):1756-64
- 18 Superfoods Scientific Research, Quercetin
- 21, 23 BMJ 2014;348:g2545
- 22 Forbes April 10, 2014
- 24 The Guardian April 10, 2014
- 25 Cochrane Database of Systematic Reviews 2014, Issue 4. Art. No.: CD008965
- 26 Newsweek January 15, 2018
- 27 Clin Psychopharmacol Neurosci. 2015 Aug; 13(2): 209–211
- 28 The Guardian July 31, 2009
- 29 Eurosurveillance July 2009; 14(30)
- 30 Epidemic Influenza and Vitamin September 15, 2006
- 31 Epidemiology and Infection 2006 Dec;134(6):1129-40
- 32 Virology Journal 2008; 5:29
- 33 Archives of Internal Medicine 2009;169(4):384-390
- 34 BMJ 2017; 356:i6583
- 35 NPR February 16, 2017
- 36 New England Journal of Medicine January 4, 2018; 378:7-9
- 37 Journal of Manipulative and Physiological Therapeutics 1999 Oct;22(8):530-3