HISTORIA EN BREVE

  • Desde diciembre de 2021, se publicaron cuatro metaanálisis sistemáticos que analizaron los beneficios de los niveles adecuados de vitamina D, la suplementación o ambos. En todos los casos, los datos demostraron de forma consistente que los niveles bajos de vitamina D incrementan el riesgo de COVID, mientras que los niveles óptimos y la suplementación lo reducen de 1.5 a 3 veces
  • En el primero de estos cuatro metaanálisis, a diferencia de las personas con niveles suficientes de vitamina D, la probabilidad de desarrollar COVID-19 entre las personas con niveles deficientes o insuficientes fue 1.46 veces mayor. Mientras que su riesgo de enfermedad grave y muerte también fue mayor, de 1.9 y 2.07 veces respectivamente
  • En el segundo metaanálisis, el riesgo de ingresar en la UCI según el estado de la vitamina D fue 2.63 veces mayor entre las personas con deficiencia grave de vitamina D, 2.16 veces mayor entre las personas con deficiencia y 2.83 veces mayor entre las personas con niveles insuficientes. El riesgo de mortalidad también fue mucho mayor entre los pacientes con niveles bajos
  • En el tercer metaanálisis, solo el 12.19 % de los pacientes con COVID que recibieron vitamina D ingresaron a la UCI, a diferencia del 26.27% de los que no recibieron vitamina D
  • El cuarto y más reciente análisis encontró "una fuerte relación entre la falta de suplementación con vitamina D y el COVID-19, que incluye el riesgo de una enfermedad más grave y muerte", sobre todo en las temporadas en que la deficiencia de vitamina D es más prevalente y en pacientes con infección leve a moderada

Por el Dr. Mercola

Ya no cabe la menor duda que optimizar los niveles de vitamina D es una de las mejores estrategias para prevenir y tratar el COVID-19. Además de todos los estudios que se publicaron durante 2020 y 2021, desde diciembre de 2021, 1,2se publicaron cuatro metaanálisis sistemáticos que analizaron los beneficios de los niveles adecuados de vitamina D, la suplementación o ambos.

En todos los casos, los datos demostraron de forma consistente que los niveles bajos de vitamina D incrementan el riesgo de COVID, mientras que los niveles óptimos y la suplementación lo reducen de 1.5 a 3 veces.

Beneficios de la vitamina D en el COVID

El 11 de diciembre de 2021, se publicó el primero de estos cuatro metaanálisis, titulado "Prognostic and Therapeutic Role of Vitamin D in COVID-19: Systematic Review and Meta-Analysis",3 en el que los investigadores trataron de determinar “la relación entre la deficiencia/insuficiencia de vitamina D y la susceptibilidad al COVID-19, su gravedad, mortalidad y el papel de la vitamina D en su tratamiento”.

Se analizaron 72 estudios observacionales, con un total de 1 976 099 pacientes que cumplieron con los criterios de inclusión. A diferencia de las personas con un nivel suficiente de vitamina D, la probabilidad de desarrollar COVID-19 entre aquellos con niveles deficientes o insuficientes fue 1.46 veces mayor.

Mientras que su riesgo de enfermedad grave y muerte también fue mayor, 1.9 y 2.07 veces respectivamente. Uno de los inconvenientes de este metaanálisis fue que todos los estudios se clasificaron con un riesgo de sesgo "alto". Además, los estudios utilizaron definiciones diferentes para enfermedad grave y deficiencia/insuficiencia de vitamina D, lo que dificultó la comparación absoluta. Dicho esto, los autores concluyeron que:4

“Varios estudios observacionales que involucraron a casi dos millones de adultos sugieren que la deficiencia/insuficiencia de vitamina D incrementa la susceptibilidad al COVID-19 y la enfermedad grave, aunque debemos mencionar que hubo un alto riesgo de sesgo y heterogeneidad. Mientras que la relación con la mortalidad fue menos sólida”.

La relación entre el estado de la vitamina D y los resultados clínicos

El 22 de diciembre de 2021, se publicó el segundo metaanálisis, titulado "Vitamin D Status and SARS-CoV-2 Infection and COVID-19 Clinical Outcomes",5en el que los investigadores evaluaron “si el estado de la vitamina D se relaciona con la gravedad de la enfermedad por COVID-19, que se definió como como SDRA que requiere ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI) o mortalidad (criterios de valoración primarios), al igual que con la susceptibilidad al SARS-CoV- 2 y hospitalización relacionada con la enfermedad (criterios de valoración secundarios)”.

Aquí, incluyeron 54 estudios observacionales (1 403 715 pacientes) que analizaron la relación entre los niveles de la vitamina D y el riesgo de infección por COVID, hospitalización, ingreso en la UCI y muerte durante la hospitalización. Las medidas para los niveles de la vitamina D fueron los siguientes:

  • Insuficiencia: menos de 75 nmol/l (30 ng/ml)
  • Deficiencia: menos de 50 nmol/l (20 ng/ml)
  • Deficiencia grave: menos de 25 nmol/l (10 ng/ml)

Diecisiete estudios reportaron una relación entre los niveles de vitamina D y la infección por SARS-CoV-2; nueve reportaron una relación con la hospitalización, 27 con la admisión en la UCI y 35 con la mortalidad. En resumen, las probabilidades de ingreso en la UCI, según los niveles de vitamina D, corresponden a las siguientes:

  • Deficiencia grave: 2.63 veces mayor
  • Deficiencia: 2.16 veces mayor
  • Insuficiencia: 2.83 veces mayor

Mientras tanto, el riesgo de una prueba positiva fue 1.68 veces mayor entre las personas con deficiencia grave; 1.83 veces mayor en personas con deficiencia y 1.49 veces mayor en personas con insuficiencia. En conclusión, los autores señalaron lo siguiente:6

“Los pacientes con niveles bajos de vitamina D tienen un mayor riesgo de SDRA que requiere ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI) o de mortalidad debido a la infección por SARS-CoV-2, así como una mayor susceptibilidad a la infección por SARS-CoV-2 y a la hospitalización relacionada con esta enfermedad”.

El efecto de la suplementación con vitamina D

En mayo de 2022 se publicó el tercer metaanálisis, llamado “The Effect of Vitamin D Supplementation on Mortality and Intensive Care Unit Admission of COVID-19 Patients. A Systematic Review, Meta-Analysis and Meta-Regression”.

Seis estudios, con un total de 860 pacientes, tenían datos sobre el ingreso en la UCI. De esos 860 pacientes, 369 recibieron suplementos de vitamina D y 491 no, y se encontró que el efecto de los suplementos de vitamina D fue bastante significativo: solo el 12.19 % de los pacientes con COVID que recibieron vitamina D ingresaron a la UCI, a diferencia del 26.27 % de los que no recibieron vitamina D.

Aunque los datos de los seis estudios demostraron los beneficios de la vitamina D, la dosis ideal aún es incierta, ya que no se observó una relación lineal entre la dosis y la razón de probabilidades del ingreso en la UCI.

La vitamina D y el riesgo de infección por SARS-CoV-2, gravedad y mortalidad

El 6 de julio de 2022, la revista PLOS ONE publicó el cuarto y más reciente estudio, titulado "Vitamin D and SARS-CoV-2 Infection, Severity and Mortality: A Systematic Review and Meta-Analysis".8

En este se analizó la relación entre el COVID-19, los niveles iniciales de vitamina D y la suplementación. Se analizaron 38 estudios, incluyendo dos ensayos controlados aleatorios, que tenían estimaciones de riesgo para al menos un criterio de valoración (riesgo de infección, gravedad y mortalidad). En total, se contó con los datos sobre los niveles de vitamina D en 205 565 pacientes y de 2022 pacientes que recibieron suplementos de vitamina D. Según los autores:9

“Los modelos de efectos aleatorios demostraron que la suplementación se relacionó con un riesgo mucho menor de enfermedad grave por COVID-19 (SRR 0.38, IC del 95 % 0.20-0.72, 6 estudios) y mortalidad (SRR 0.35, IC del 95 % 0.17-0.70, 8 estudios).
En cuanto a la dosis, no hubo diferencias estadísticamente significativas entre los estudios: las estimaciones del resumen con dosis regulares aún se consideran estadísticamente significativas, lo que sugiere que no se requieren dosis más altas. Los pacientes de edad avanzada y que habitan en latitudes más altas, que recibieron suplementos de vitamina D, tuvieron un menor riesgo de mortalidad.
La calidad de los estudios se evaluó con la escala de calidad de New Castle-Ottawa y, en la mayoría de los casos, el análisis no mostró diferencias estadísticamente significativas entre los estudios de alta, media o baja calidad.
Encontramos una relación significativa entre la falta de suplementación con vitamina D y el COVID-19, que incluye el riesgo de una enfermedad más grave y muerte, sobre todo en las temporadas en que la deficiencia de 25OHD es más prevalente y la infección no es tan severa".

La razón por la que no se requieren ensayos controlados aleatorizados

Como señaló el Dr. Karl Pfleger, en un hilo de Twitter, los datos demuestran de forma clara que la vitamina D tiene una correlación significativa con todos los riesgos del COVID-19, por lo que no se requieren ensayos controlados aleatorizados para llegar a esta conclusión:10

“La mayoría de los estudios subyacentes son observacionales, pero todos coinciden en que los suplementos y niveles de la vitamina D se relacionan con el riesgo y los resultados clínicos del COVID. Como mencioné antes, no se requieren ensayos controlados aleatorizados para que esta conclusión sea sólida y evidente. Esto establece un factor de riesgo y la mayoría de los demás factores de riesgo conocidos del COVID también se basan en datos observacionales.
Los datos que demuestran que la edad, el peso y las comorbilidades son factores de riesgo significativos también se basan por completo en la correlación. Ningún ensayo controlado aleatorizado los establece como factores de riesgo, pero nadie los cuestiona. Al igual que la diabetes, la deficiencia de vitamina D [DVD] debería considerarse otra comorbilidad".

De hecho, en este momento, la vitamina D debería ser una de las estrategias principales para combatir el COVID y debería considerarse en el área de la atención médica. Sin embargo, el Director General de Salud Pública de Florida, el Dr. Joseph Ladapo, es la única autoridad de salud pública que recomienda la vitamina D para combatir el COVID. 11

Esto es una locura, ya que los efectos beneficiosos de la vitamina D han sido evidentes desde el principio de la pandemia.

En diciembre de 2020, más de 100 médicos, científicos y otros personajes importantes de 33 países firmaron una carta abierta12 para los gobiernos y autoridades de salud del mundo, en la que solicitaban el uso de vitamina D para combatir el COVID. Desde entonces, la lista de personas que han firmado esta petición incrementó a 220.

La carta recomendaba tomar suficiente vitamina D para alcanzar un nivel de al menos 30 ng/ml (75 nmol/l), aconsejaba realizar pruebas a todos los pacientes hospitalizados con COVID-19 y agregar vitamina D al protocolo de tratamiento para cualquier paciente que tuviera un nivel por debajo 30 ng/ml.

Las agencias de salud no solo ignoraron por completo esta recomendación, sino que trataron de desacreditar de forma pública la idea de que la vitamina D podría tener algún beneficio y atacaron a cualquiera que se atreviera a compartir los efectos positivos de esta vitamina.

Por ejemplo, en el verano de 2020, el Centro para la Ciencia en el Interés Público (CSPI), un autoproclamado grupo de defensa del consumidor que es financiado por la Fundación Rockefeller, entre otros, lanzó una campaña contra Mercola.com. El CSPI me acusó falsamente de “lucrar con la pandemia” al vender suplementos nutricionales, que incluyen la vitamina D, mientras compartía la verdad científica sobre todos sus beneficios.

Esta campaña logró que la Administración de Alimentos y Medicamentos me enviara una carta para advertirme que dejara de hablar de la vitamina D.

El hecho es que los datos demuestran que la suplementación con vitamina D reduce el riesgo de obtener una prueba positiva, acelera la eliminación del virus, retrasa la propagación de la infección y reduce el riesgo de infección grave, hospitalización y muerte.

Los mecanismos detrás de los beneficios de la vitamina D

A finales de octubre de 2020, publiqué mi revisión sobre la vitamina D13 en la revista Nutrients, coescrita con el Dr. William Grant y la Dra. Carol Wagner, quienes forman parte del panel de expertos en vitamina D de GrassrootsHealth. En el sitio web de la revista puede leer el artículo de forma gratuita.

Como se indica en ese artículo, el color de la piel, la edad, las enfermedades crónicas y la deficiencia de vitamina D son algunas de las características de la enfermedad grave por COVID. De todas estas, la deficiencia de vitamina D es el único factor que se puede modificar de forma rápida y fácil.

Es posible revertir una enfermedad crónica, pero eso toma tiempo. Por otro lado, es posible optimizar los niveles de vitamina D en tan solo unas pocas semanas, lo que reduce el riesgo de desarrollar un caso grave de COVID-19.

En nuestro artículo, revisamos varios de los mecanismos que hacen que la vitamina D ayude a reducir el riesgo de COVID-19 y otras infecciones respiratorias, los cuales incluyen los siguientes:14

  • Reducir la supervivencia y la replicación de los virus,15 así como la producción de citoquinas inflamatorias.
  • Mantener la integridad endotelial: la disfunción endotelial contribuye con la inflamación vascular y altera la coagulación de la sangre, dos características de la enfermedad grave por COVID-19.
  • Aumentar las concentraciones de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2), que evita que el virus ingrese a las células a través del receptor ACE2: la infección por SARS-CoV-2 regula descendentemente la ACE2. Al aumentar la ACE2 también se evita la acumulación excesiva de angiotensina II, el cual es un péptido conocido por aumentar la gravedad del COVID-19.

La vitamina D también es un componente importante para prevenir y tratar el COVID-19 gracias a las siguientes acciones:

  • Estimula la función inmunológica al modular las respuestas inmunológicas innatas y adaptativas, lo que reduce la dificultad para respirar16 y mejora la función pulmonar.
  • Regula la producción de citoquinas inflamatorias, que es una de las características principales de la enfermedad grave por COVID-19.
  • Ayuda a producir surfactantes en los pulmones que, a su vez, ayudan a eliminar los fluidos17 y reducen el riesgo de comorbilidades, como la obesidad,18     diabetes tipo 2,19 presión arterial alta20 y enfermedades del corazón.21

Los datos de 14 estudios observacionales, que se resumen en la Tabla 1 de nuestro artículo,22 sugieren que los niveles de vitamina D se correlacionan de manera inversa con la incidencia y la gravedad del COVID-19, pero no solo eso, sino que la evidencia actual cumple con los criterios de causalidad de Hill en un sistema biológico.23

Exponerse al sol es la mejor forma de optimizar los niveles de vitamina D

La mejor forma de optimizar los niveles de vitamina D es al exponer gran parte de la piel a los rayos del sol.  Por ejemplo, no he tomado suplementos de vitamina D oral desde hace 13 años, ya que todos los días camino bajo el sol durante una hora al mediodía y solo uso shorts y una gorra.

Pero no se trata de una teoría. Estoy más que convencido que exponerse al sol es la mejor forma de optimizar los niveles de vitamina D. Lo invito a hacer todo lo que esté en sus manos para intentarlo. Cuando obtiene la vitamina D del sol, no necesita tomar un suplemento oral.

Pero es muy importante analizar sus niveles de vitamina D de forma regular para conocer sus avances. Lo ideal es que su nivel esté entre los 60 ng/ml y 80 ng/ml. Durante este verano he mantenido mis niveles entre los 90 ng/ml, sin tener que recurrir a los suplementos. Recuerde, la vitamina D es un biomarcador de todos los beneficios que puede obtener de la luz del sol.

Los beneficios de exponerse al sol van más allá de la producción de vitamina D. Uno de los beneficios de exponerse a la luz del sol, que no obtendrá de un suplemento oral, es que estimula la producción de melatonina en las mitocondrias.

En febrero de 2022, la revista Physiology publicó el artículo: 24 “Melatonin in Mitochondria: Mitigating Clear and Present Dangers”, que me parece una de las mejores revisiones sobre el efecto del sol en la melatonina. Lo escribió el Dr. Russel Reiter, que es el mejor investigador en el mundo de la melatonina.

El principal hallazgo de Reiter es que el 95 % de la melatonina de su cuerpo se produce dentro de sus mitocondrias en respuesta a la radiación de infrarrojo cercano (IR) del sol y de otras fuentes. Solo el 5 % de la melatonina se produce en la glándula pineal.

La melatonina es una hormona maestra,25 un poderoso antioxidante26, un reciclador de antioxidantes,27 y un regulador de la inflamación y de la muerte celular. 28 Estas funciones hacen de la melatonina una molécula anticancerígena muy importante.29

Entonces, parece lógico que se produzca melatonina dentro de sus mitocondrias, ya que necesitan algún tipo de protección contra el daño que causa el estrés oxidativo que se crea en la cadena de transporte de electrones.

En resumen, sus mitocondrias producen ATP, que es el tipo de energía del que dependen sus células. Un subproducto de esta producción de ATP son las especies reactivas del oxígeno (ROS), que causan estrés oxidativo. Tener niveles elevados de ROS daña sus mitocondrias, lo que deteriora la salud y provoca inflamación y enfermedades crónicas como la diabetes, obesidad y trombosis (coágulos sanguíneos).

La buena noticia es que su cuerpo cuenta con un mecanismo para combatir las ROS. Dentro de sus mitocondrias, también tiene un sistema antioxidante y la melatonina es el antioxidante principal.

La melatonina también estimula la vía de glutatión, que es otra poderosa vía antioxidante que influye en el COVID. Al igual que la vitamina D, la deficiencia de glutatión se relaciona con la gravedad de la enfermedad por COVID. En resumen, su cuerpo está diseñado para combatir el estrés oxidativo, pero necesita exponerse al sol para activar ese mecanismo.

La exposición al sol también incrementa los niveles de testosterona de forma natural. La mayoría de las personas no saben que la testosterona es la hormona con mayor concentración tanto en hombres como en mujeres. Claro que los niveles son mucho mayores en los hombres, pero las mujeres tienen más testosterona que estrógeno, y es importante para una función biológica óptima, otra razón para exponerse al sol todos los días.

Recuerde que no es el sol la causa principal de las quemaduras solares y del cáncer de piel. En realidad, son los niveles elevados de ácido linoleico (LA) que se encuentran en las semillas, frutos secos y aceites de semillas que consume. El LA solo debe representar del 1 % al 2 % de las calorías diarias, pero la mayoría de las personas consumen más del 20 % de sus calorías en forma de este aceite. Reducir los niveles de LA puede tomar mucho tiempo, ya que permanece en el cuerpo durante casi siete años, así que lo mejor es eliminarlo de su alimentación.

Recomendaciones para los suplementos de vitamina D oral

Aunque debería ser su último recurso, si opta por tomar un suplemento oral, hay algunas cosas que debe considerar. Por ejemplo, necesita un 244 % más de vitamina D oral si no toma magnesio y vitamina K2.30 Dado que estos tres nutrientes trabajan de manera sinérgica, se recomienda tomarlos juntos.

Recuerde que cuando se trata de vitamina D, el factor más importante son los niveles en la sangre y no la dosis, ya que la dosis depende de varios factores individuales, que incluyen sus niveles de referencia. Su objetivo debe ser un nivel de entre 60 ng/ml y 80 ng/ml (150 nmol/l a 200 nmol/l); ya que 40 ng/ml se considera el límite inferior.

Antes de tomar un suplemento oral, debe conocer sus niveles. Una de las formas más fáciles y económicas de medir sus niveles de vitamina D es participando en el proyecto de GrassrootsHealth, en el que proporcionan un kit para analizar los niveles de vitamina D.

Una vez que conozca sus niveles, es posible determinar la dosis que necesita para mantenerlos o mejorarlos.