HISTORIA EN BREVE
- Cualquier persona tiene cerca de 160 especies diferentes de bacterias que colonizan su intestino. Esta combinación individual se conoce como microbioma intestinal y puede influir enormemente en la salud y el bienestar
- La obesidad está relacionada con una disminución de hasta un 40 % de la diversidad bacteriana. Mejorar la diversidad a través de suplementos probióticos puede ayudar a resolver los defectos metabólicos, lo que resulta en la pérdida de grasa
- La investigación ha demostrado que los probióticos, que son las bacterias beneficiosas disponibles en los alimentos fermentados y cultivados, tienen un efecto medible en diferentes vías metabólicas
- También se ha encontrado una relación entre la obesidad y la evacuación intestinal; el 8.5 % de las personas con obesidad y el 11.5 % de las personas con obesidad severa informaron diarrea crónica, en comparación con el 4.5 % de las personas con peso normal
- Una teoría es que la inflamación crónica de bajo grado se encuentra involucrada. La inflamación crónica es un factor en la obesidad, y puede contribuir a la diarrea
Por el Dr. Mercola
Hipócrates explico una vez que "todas las enfermedades comienzan en el intestino", y mientras más aprendemos, más entendemos dicha afirmación. Como se señaló en un documento del 2018:
"Aunque las cifras mencionadas a menudo sugieren que los microbios que habitan en y sobre el cuerpo superan hasta un 10:1 a las células, una estimación más reciente sugiere que somos un microbio humano en términos de número de células.
Estos microorganismos tienen un papel muy importante en la salud humana. Descomponen las fibras dietéticas y otros compuestos alimenticios que de otro modo no serían digeribles, producen vitaminas, promueven el desarrollo y la maduración del sistema inmunológico y evitan que las especies bacterianas patógenas colonicen el intestino".
Según la evidencia citada en este documento, de las aproximadamente 1 000 bacterias intestinales conocidas, cualquier persona tiene cerca de 160 especies diferentes de bacterias que colonizan su intestino. Esta combinación individual se conoce como microbioma intestinal y puede influenciar enormemente la salud y el bienestar.
La diversidad del microbioma intestinal comienza a establecerse durante la infancia, y se ve afectada por la genética, si fue alimentado con leche materna o formula, y por el entorno inmediato. A medida que pasa el tiempo, el microbioma se ve afectado significativamente por los alimentos.
Una alimentación rica en azúcar y alimentos procesados podría reducir la diversidad y su salud en general, mientras que los alimentos ricos en fibra tienden a tener un impacto beneficioso.
Por ejemplo, diferentes estudios han encontrado que las personas con obesidad tienden a tener una menor diversidad en su microbioma intestinal, además de tener un mayor número de ciertas bacterias dañinas y menos beneficiosas.
Los estudios han demostrado que la obesidad está relacionada con un declive de diversidad de hasta 40 %, y que mejorar esa diversidad a través de la suplementación con probióticos puede ayudar a resolver los defectos metabólicos, lo que resulta en la pérdida de grasa.
La relación de la obesidad con la diarrea frecuente
Según una investigación publicada en septiembre del 2019, también existe una relación entre las evacuaciones anormales y la obesidad, según lo informado por Medical Xpress:
"En el análisis más completo de la relación que existe entre el Índice de Masa Corporal (IMC) y los hábitos intestinales, publicado hoy en Alimentary Pharmacology & Therapeutics, un equipo de médicos-investigadores del Centro Médico Beth Israel Deaconess (BIDMC) encontró una fuerte relación entre la obesidad y la diarrea crónica independientemente de la alimentación, el estilo de vida, los factores psicológicos o las condiciones médicas de una persona.
'Aunque diferentes estudios han señalado una relación entre la obesidad y los hábitos intestinales, todos carecían de datos sobre si la alimentación u otros factores impulsan dicha relación', explicó la autora Sarah Ballou, Ph. D., psicóloga de salud de la División de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición en el BIDMC.
'Nuestra investigación confirma una relación positiva entre la obesidad y la diarrea crónica y revela por primera vez que esta relación no es causada por factores como la alimentación o el nivel de actividad física'".
Al observar los datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición 2009-2010, los investigadores encontraron que el 8.5 % de las personas con obesidad y el 11.5 % de las personas con obesidad severa informaron experimentar diarrea crónica, en comparación con el 4.5 % de las personas con peso normal.
"La regresión gradual reveló que la obesidad severa se relacionaba independientemente con un mayor riesgo de diarrea", explican los autores.
Por desgracia, este estudio no puede revelar los motivos de esta situación. Una teoría es que la inflamación crónica de bajo grado es parte de la ecuación La inflamación crónica es un factor en la obesidad, y puede contribuir a la diarrea.
Asimismo, se cree que la inflamación sistémica es uno de los principales desencadenantes de otras enfermedades graves, como la degeneración neurológica, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares, que, por cierto, también se relacionan con la obesidad.
Comprometerse a hacer cambios en su microbioma intestinal producirá más beneficios que sólo desarrollar buenos hábitos intestinales. La salud intestinal es importante para la mayoría de los aspectos de la vida, incluyendo en la reducción del riesgo de cáncer, síndrome metabólico y depresión.
Los probióticos alteran el metabolismo
Investigaciones anteriores han demostrado que los probióticos, que son bacterias beneficiosas disponibles en los alimentos fermentados y cultivados como el yogur, tienen un efecto medible en el metabolismo.
Un estudio publicado en el 2008, encontró que las cepas bacterianas de Lactobacillus paracasei y Lactobacillus rhamnosus afectan una serie de vías metabólicas diferentes, incluyendo los siguientes:
- Lípidos hepáticos
- Aminoácidos
- Metilaminas
- Ácidos grasos de cadena corta (SCFA)
Según informó Science Daily:
"Añadir bacterias 'amigables' cambió la composición de las bacterias intestinales, no solo porque aumentó la cantidad de dichas bacterias, sino porque las bacterias 'amigables' trabajaron con otras en el intestino, lo que amplifico sus efectos.
Uno de los muchos cambios bioquímicos observados por los investigadores fue el cambio en el metabolismo de los ácidos biliares en los ratones tratados con probióticos. Estos ácidos son producidos por el hígado y su función principal es emulsionar las grasas en el intestino superior.
Si los probióticos pueden influir en la forma en que se metabolizan los ácidos biliares, esto significa que podrían cambiar la cantidad de grasa absorbida por el cuerpo".
Aunque algunos afirman que tomar suplementos probióticos o consumir alimentos fermentados no tiene un impacto significativo en el microbioma, este estudio encontró lo contrario. Como señaló el autor, el profesor Jeremy Nicholson, del Departamento de Medicina Biomolecular del Imperial College:
"Algunos argumentan que los probióticos no pueden cambiar la microbioma intestinal. Aunque existen al menos mil millones de bacterias en un yogur, existen cien billones en el intestino, así que no conseguimos nada.
Nuestro estudio demuestra que los probióticos pueden crear un efecto e interactúan con la ecología local y se comunican con otras bacterias.
Todavía tratamos de entender qué significan los cambios que provocan, en términos de salud general, pero hemos establecido que la introducción de bacterias 'amigables' puede cambiar la dinámica de toda la población de microbios en el intestino".
¿Los probióticos ayudan a tratar la obesidad?
Entonces, ¿los probióticos pueden tener un impacto beneficioso en la obesidad? Diferentes estudios apoyan dicha teoría Entre ellos se encuentra un estudio en animales realizado en el 2013, el cual encontró que los probióticos Lactobacillus gasseri BNR17, que se encuentran en la leche materna humana, inhiben la obesidad y la diabetes.
Según los autores, "La administración de L. gasseri BNR17 redujo significativamente el peso corporal y el peso del tejido adiposo blanco independientemente de la dosis administrada". Estos hallazgos coinciden con los estudios que demuestran que los bebés amamantados tienen un riesgo significativamente menor de sufrir obesidad infantil.
En otro estudio publicado ese mismo año, las personas con obesidad y un nivel de azúcar en la sangre superior a 100 mg/dL (en ayunas) recibieron BNR17 o un placebo durante 12 semanas. Al final del estudio, el grupo de tratamiento había eliminado una mayor cantidad de grasa corporal que los controles.
Según lo informado por los autores, "a pesar de no haber cambios en el comportamiento o la alimentación, la administración del suplemento de BNR17 disminuyo el peso y las medidas de la cintura y la cadera".
También se ha demostrado que el Lactobacillus gasseri alivia los síntomas del síndrome del intestino irritable y la colitis ulcerosa, gracias a sus efectos antiinflamatorios. El L. gasseri es una de las cuatro cepas bacterianas que ayudan a erradicar el Heliobacter pylori, una causa principal de úlceras estomacales.
Una revisión más reciente, publicada en la revista Nutrients en febrero del 2019, buscó "presentar evidencia que demuestre los efectos de diferentes cepas probióticas, así como su eficacia potencial para mejorar la obesidad y las disfunciones metabólicas relacionadas". Como se señaló en este documento:
"Una gran cantidad de evidencia ha descrito diferentes mecanismos posibles por los cuales la microbiota intestinal puede contribuir o influir en la obesidad.
Aunque aún se desconoce y es debatible, hasta el momento existe un consenso general de que la microbiota intestinal está relacionada con la obesidad a través de la fermentación de carbohidratos, la lipogénesis, el almacenamiento excesivo de energía y otras vías, incluyendo una amplia gama de metabolitos, hormonas y neurotransmisores, algunos de los cuales son conocidos por controlar el consumo de alimentos y la regulación del equilibrio energético".
Papel de las bacterias intestinales en los depósitos de grasa
Tres principales grupos de microbios intestinales forman el microbioma humano y cumplen diversas funciones estructurales, protectoras y metabólicas:
- Bacteroidetes: Porphyromonas, Prevotella y Bacteroides
- Firmicutes: Ruminococcus, Clostridium, Lactobacillus y Eubacteria
- Actinobacterias: Bifidobacterias (el tipo más frecuente)
Como se explicó en la revisión de Nutrients del 2019, estas bacterias protegen la salud al "desplazar a las bacterias dañinas, competir con los patógenos por nutrientes y producir factores antimicrobianos".
Las funciones estructurales proporcionadas por ellos incluyen "desarrollar el sistema inmunológico, inducir inmunoglobulina A (IgA) y reforzar la barrera mucosa", mientras que las funciones metabólicas "benefician al huésped al sintetizar la vitamina K, el folato y la biotina" y son importantes para la absorción de minerales como magnesio, calcio y hierro.
Es importante destacar que las bacterias intestinales también ayudan a descomponer los alimentos y fermentan almidones resistentes a la digestión, al convertirlos en SCFA beneficiosos, que ayudan a modular la respuesta inmune e inflamación. Como se explica en la revisión de Nutrients de 2019:
"La degradación de los polisacáridos y la fibra de la alimentación por los Bacteroides y Firmicutes en el intestino resulta en la producción de SCFA, como propionato, acetato y butirato.
El propionato es una fuente importante de energía a través de la síntesis de novo de lípidos y glucosa en el hígado. El acetato se utiliza en los tejidos periféricos como sustrato para la síntesis de colesterol, mientras que el butirato representa una fuente de energía para las células epiteliales que recubren el colon.
Además, la microbiota participa en el control del equilibrio energético, el consumo de alimentos y la saciedad por la vía señalización de péptidos intestinales, a través de los efectos hormonales en la sangre o mediante la modulación directa del sistema nervioso.
El equilibrio apropiado de estos péptidos puede verse alterado si se afecta la composición de la microbiota.
Los SCFA también funcionan como moléculas de señalización que activan los receptores acoplados a las proteínas G (GPR), incluyendo el GPR43 (también conocido como receptor 2 de ácidos grasos libres) en los tejidos adiposos e intestinales.
En el tejido adiposo, los SCFA se unen al GPR43, lo que promueve la adipogénesis y aumenta el gasto de energía. En el tejido intestinal, los SCFA se unen al GPR43, lo que conduce a la secreción de péptidos anorexigénicos y resulta en una mejor tolerancia a la glucosa y un mayor uso de energía".
Dado que los SCFA son tan importantes para la acumulación de grasa, los dos grupos que producen SCFA, los Firmicutes y los Bacteroidetes, pueden utilizarse como marcadores de la obesidad.
Como se señaló en la revisión del 2019, las personas con obesidad tienden a tener una mayor proporción de Firmicutes y Lactobacillus y una menor proporción de Bacteroidetes y Bifidobacterium en comparación con las personas con un peso normal.
Los estudios también han relacionado cepas específicas con problemas de salud específicos. Por ejemplo, los niveles elevados de Bacteroides vulgatus (el cual abunda en el intestino humano) parecen estar fuertemente relacionados con la inflamación, la resistencia a la insulina y la alteración metabólica.
Los bajos niveles de ciertas bacterias en el grupo de Firmicutes, incluyendo la Blautia y el Faecalibacterium, se han relacionado específicamente con la acumulación de grasa en el tronco.
Beneficios de los probióticos para la salud y el peso
La revisión de Nutrients de 2019 también detalla los mecanismos por los cuales la suplementación con probióticos puede mejorar la salud y el peso. Las áreas más importantes incluyen las siguientes:
- Mejora la integridad de la barrera epitelial intestinal
- Mejora la adhesión de bacterias a la mucosa intestinal, lo que facilita la colonización
- Produce antimicrobianos y otras sustancias beneficiosas para la salud
- Inhibe los microbios patógenos por la exclusión competitiva
- Fortalece el sistema inmunológico
Aunque las cepas individuales de bacterias se han relacionado con efectos específicos para la salud, como una menor grasa en el tronco o inflamación, diferentes estudios han demostrado que los probióticos de múltiples cepas son más beneficiosos que aquellos de una sola cepa, ya que tienden a crear efectos sinérgicos.
Maneras fáciles y económicas para mejorar el microbioma intestinal
Aunque los suplementos probióticos se encuentran ampliamente disponibles, pocos pueden competir con los alimentos fermentados tradicionalmente, en términos de diversidad y cantidad de probióticos.
Los alimentos fermentados son la alternativa menos costosa, ya que puede prepararlos fácilmente en casa. El uso de un cultivo inicial acelera el proceso y garantiza que se obtenga un producto consistente y de buena calidad.
La alimentación es una de las formas más sencillas, rápidas y efectivas de mejorar y optimizar su microbioma, así que la buena noticia es que tiene un gran grado de control sobre el destino de su salud. Para mayor información, consulte mi artículo "Aprenda a hacer vegetales fermentados en casa para mejorar su sistema inmunológico".
Fuentes y Referencias
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