📝HISTORIA EN BREVE

• El neotamo, un endulzante artificial con una estructura química similar al aspartamo, representa una amenaza grave para la salud intestinal
• El neotamo no solo mata las células intestinales, sino que también daña las bacterias que viven en el intestino
• El neotamo provoca que las bacterias intestinales sanas se enfermen e invadan la pared intestinal, lo que podría provocar síndrome del intestino irritable y sepsis
• Otras investigaciones descubrieron que otros endulzantes artificiales, como la sacarina, la sucralosa y el aspartamo, pueden causar un daño similar en el intestino
• Los endulzantes artificiales también se relacionan con otros efectos negativos, ya que incrementan el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, cáncer, ansiedad y mortalidad

🩺Por el Dr. Mercola

El neotamo, un endulzante artificial con una estructura química similar al aspartamo,¹ representa una amenaza grave para la salud intestinal.² El neotamo, que suele enumerarse en las etiquetas de ingredientes como E961, es el integrante más nuevo en el mundo de los endulzantes artificiales; y a pesar de que ya se conocen todos sus efectos negativos, se espera que para finales de 2025 su valor en el mercado global alcanzará los 3 mil millones de dólares.³

El neotamo, que se desarrolló en 2002 como una alternativa al aspartamo, es hasta 13 000 veces más dulce que el azúcar⁴ y es un ingrediente muy común en bebidas, salsas, dulces, comidas saladas y chicles. Sin embargo, "a pesar de que se volvió muy popular en los últimos años, hay muy pocos estudios sobre sus efectos biológicos y fisiológicos", escribieron los investigadores en la revista Frontiers in Nutrition.⁵

El equipo de la Universidad Anglia Ruskin en Cambridge, Inglaterra, descubrió que el neotamo representa una amenaza grave para la salud del intestino, ya que daña las bacterias intestinales.⁶

El terrible impacto del neotamo en el intestino

El estudio in vitro involucró modelos del revestimiento intestinal (células Caco-2) y bacterias intestinales (Escherichia coli y Enterococcus faecalis) para identificar los efectos de la exposición al neotamo. El neotamo no solo mató las células intestinales, sino que también dañó las bacterias que viven en el intestino.

El daño al epitelio intestinal disminuyó cuando los investigadores redujeron la expresión de un receptor del gusto específico, T1R3, lo que sugiere que el impacto del neotamo podría producirse a través de las vías de percepción del gusto. Según un comunicado de prensa de la Universidad Anglia Ruskin:⁷

"Este estudio es el primero en demostrar que el neotamo puede provocar que bacterias intestinales sanas se enfermen e invadan la pared intestinal, lo que podría causar problemas de salud, como síndrome del intestino irritable y sepsis, y también romper la barrera epitelial, que forma parte de la pared intestinal".

El neotamo también alteró la barrera intestinal, lo que empeoró las fugas y redujo la presencia de claudina-3, una proteína importante para la unión celular, dos efectos que también se produjeron a través de un mecanismo dependiente de T1R3. En experimentos con bacterias intestinales, el neotamo estimuló la formación de biopelículas dañinas, lo que redujo aún más la viabilidad del revestimiento intestinal y provocó que las bacterias E. coli y E. faecalis se adhirieran con mayor facilidad e invadieran las células intestinales.⁸

Según Havovi Chichger, autor del estudio y profesor asociado de ciencias biomédicas en la Universidad Anglia Ruskin, “cuando las bacterias forman una biopelícula, implementan un mecanismo de protección que consiste en agruparse y eso las hace más resistentes a los antibióticos. Nuestro estudio también demuestra que el neotamo incrementa la capacidad de la E. coli para invadir y matar las células intestinales humanas”.⁹

Es más, el neotamo es tóxico incluso en pequeñas cantidades. Havovi Chichger afirmó lo siguiente:

"Incluso, cuando analizamos el neotamo en concentraciones muy bajas (10 veces menores que el consumo diario aceptable), rompió la barrera intestinal y provocó que las bacterias invadieran las células intestinales sanas hasta matarlas. Además, estos efectos negativos incrementan el riesgo de la enfermedad del intestino irritable y la sepsis".¹⁰

El aspartamo y la sucralosa también dañan la salud del intestino

Otras investigaciones descubrieron que otros endulzantes artificiales, como la sacarina, la sucralosa y el aspartamo, pueden causar un daño similar en el intestino. Como explicó Havovi Chichger:¹¹

"En la actualidad, las personas son más conscientes del daño que causa los endulzantes como la sacarina, la sucralosa y el aspartamo, y nuestro trabajo previo demuestra los problemas que pueden causar en la pared del intestino y en las 'bacterias buenas' que viven en nuestro intestino.

Si las bacterias terminan en el torrente sanguíneo, se pueden producir muchos problemas de salud, incluyendo diarrea, inflamación intestinal e incluso infecciones como septicemia. Por lo tanto, es muy importante evaluar estos endulzantes nuevos, que es justo lo que hicimos, y nuestra investigación demuestra que el neotamo causa problemas similares, incluyendo la enfermedad de las bacterias intestinales.

Es fundamental considerar el impacto de estos cambios patógenos que ocurren en el microbioma intestinal. Nuestros hallazgos también demuestran la necesidad de analizar más a fondo los aditivos alimentarios comunes, así como los mecanismos moleculares que influyen en sus efectos negativos en la salud".

En 2022, un estudio que se publicó en la revista Microorganisms también demostró que consumir sucralosa en "cantidades mucho menores a las que se recomienda en el consumo diario aceptable"¹² durante solo 10 semanas, fue suficiente para inducir disbiosis intestinal y alterar los niveles de glucosa e insulina en adultos jóvenes sanos.¹³

Al parecer, la bacteria que más daña la sucralosa es la phylum Firmicutes, que influye en el metabolismo de la glucosa y la insulina. Sin embargo, eso no es todo. Los estudios en animales sugieren que el efecto de la sucralosa en el microbioma intestinal también podría relacionarse con la inflamación del intestino y el hígado, así como en el cáncer. Según los investigadores del estudio que se publicó en la revista Microorganisms:¹⁴

"Un estudio en ratones demuestra que consumir sucralosa durante seis semanas incrementa la abundancia relativa de bacterias que pertenecen al filo de bacterias, como Clostridium symbiosum y Peptostreptococcus anaerobius.

Al parecer, la disbiosis intestinal inducida por sucralosa también empeoró la colitis inducida por azoximetano (AOM)/sulfato de dextrano sódico (DSS) y el cáncer colorrectal que se relaciona con la colitis.

Del mismo modo, consumir sucralosa causó disbiosis intestinal y cambios proteómicos marcados en el hígado de estos ratones, donde la mayoría de las proteínas con sobreexpresión se relacionaron con una mayor inflamación en el hígado".

Los endulzantes artificiales interfieren con la actividad de las bacterias intestinales

Los investigadores apenas comienzan a entender la compleja relación que tienen los microbios con la salud y las enfermedades. No obstante, los efectos de los microbios intestinales no solo afectan el tracto gastrointestinal, también interactúan con el sistema nervioso central a través del eje microbioma-intestino-cerebro, que es una vía bidireccional que transporta información importante y que consta de vías neuronales, inmunológicas, endocrinas y metabólicas.¹⁵

En pocas palabras, si desea tener una buena salud, cuidar su intestino es fundamental, y esto incluye evitar todo tipo de endulzantes artificiales. Otro estudio, que se publicó en la revista Molecules,¹⁶ descubrió que muchos de los endulzantes artificiales que la Administración de Alimentos y Medicamentos aprobó y clasificó como seguros, dañan el ADN e interfieren con la actividad normal y saludable de las bacterias intestinales. Algunos de estos endulzantes artificiales son los siguientes:

Los investigadores concluyeron que todos estos endulzantes "tenían un efecto tóxico y estresante, lo que afectó el crecimiento y la reproducción de los microbios del intestino", y este efecto podría, a su vez, afectar la capacidad del cuerpo para procesar el azúcar regular y otros carbohidratos. Según este estudio, el límite tóxico de estos endulzantes artificiales parece ser de alrededor de 1 miligramo por mililitro (mg/ml).

El Dr. Ariel Kushmaro, profesor de biotecnología microbiana en la Universidad Ben-Gurion y autor principal del estudio, dijo lo siguiente en la revista Business Insider:

"No afirmamos que sea tóxico para los seres humanos. Afirmamos que podría ser tóxico para las bacterias del intestino y, por lo tanto, podría influir en nosotros".¹⁷

Aquí algunos de los daños que causó cada uno de estos endulzantes artificiales:

• Sacarina: causó el daño más grande y generalizado, exhibiendo efectos tanto citotóxicos como genotóxicos, lo que significa que es tóxico para las células y daña la información genética en la célula (lo que puede causar mutaciones).
• Neotamo: se descubrió que podría alterar el metabolismo en ratones y elevar las concentraciones de varios ácidos grasos, lípidos y colesterol. Este endulzante también afectó varios genes en el intestino.
• Aspartamo y acesulfamo potásico-k: se descubrió que se encuentran en suplementos deportivos y dañan el ADN.

Los efectos negativos de los endulzantes artificiales en el cerebro

Los autores del estudio que se publicó en la revista Frontiers in Nutrition dijeron que los efectos negativos del neotamo en la “relación epitelio-microbioma en el intestino tienen el potencial de alterar una variedad de procesos intestinales, y eso daña la salud intestinal, lo que, a su vez, incrementa el riesgo de enfermedades metabólicas, neurológicas, inflamatorias y dolor neuropático”.¹⁸

El aspartamo (que es muy similar al neotamo) es uno de los endulzantes artificiales más neurotóxicos. De acuerdo con los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Florida (FSU), cuando consume aspartamo, este se descompone en ácido aspártico, fenilalanina (que es un precursor de los neurotransmisores de monoamina) y metanol, que podría tener efectos muy "fuertes" en su sistema nervioso central.¹⁹

Este estudio, que se publicó en la revista PNAS, relacionó el consumo de aspartamo con la ansiedad y, lo que es aún peor, descubrió que las alteraciones en la salud mental se transmiten a las generaciones futuras. La FDA recomienda que el consumo diario de aspartamo no debe exceder los 50 miligramos por kilogramo. En el estudio de la FSU, se analizó a varios ratones que bebieron agua que contenía aspartamo en una dosis de casi el 15 % del consumo diario máximo que estableció la FDA.

Esta dosis equivale a que un ser humano beba de seis a ocho latas de 8 onzas (230 ml) de refresco de dieta al día.²⁰ Los ratones bebieron agua con aspartamo durante 12 semanas, lo que causó "una fuerte ansiedad dependiente de la dosis".²¹ "Creo que ninguno de nosotros se esperaba este efecto", dijo la autora del estudio, Sara Jones. “Fue algo muy inesperado, ya que los cambios suelen ser sutiles”.²²

La OMS advierte que los endulzantes artificiales no sirven para bajar de peso

Muchos piensan que consumir endulzantes artificiales en lugar de azúcar es algo que favorece la salud, pero no es así, sino todo lo contrario. Incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que los endulzantes artificiales no sirven para bajar de peso.

De hecho, una revisión sistemática y un metaanálisis de la OMS afirma que "no existe un consenso claro sobre si los endulzantes sin azúcar son efectivos para bajar o mantener el peso a largo plazo, o si su consumo crónico dentro del consumo diario recomendado podría causar algún efecto secundario”.²³

En mayo de 2023, la OMS reafirmó su postura al publicar una nueva directriz que recomienda evitar los endulzantes sin azúcar (NSS) para controlar el peso, ya que no ofrecen ningún beneficio a largo plazo para reducir la grasa corporal en adultos ni niños.²⁴ Francesco Branca, director de nutrición y seguridad alimentaria de la OMS, dijo lo siguiente en un comunicado de prensa:

"Reemplazar el azúcar regular con endulzantes sin azúcar (NSS) no ayuda a controlar el peso a largo plazo. Las personas deben considerar otras formas de reducir su consumo de azúcares libres, tales como consumir alimentos con azúcares naturales, como la fruta, o alimentos y bebidas sin azúcar. Además, los NSS no son factores alimentarios esenciales y no tienen ningún valor nutricional. Las personas deberían evitar las cosas dulces desde muy temprana edad para mejorar su salud".

La revisión sistemática de la OMS también reveló "posibles efectos indeseables del uso a largo plazo de NSS, como un mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad en adultos". La recomendación no solo se aplica al aspartamo, sino también a otros endulzantes artificiales, tales como el acesulfamo K, el advantamo, los ciclamatos, el neotamo, la sacarina y la sucralosa.

Por su parte, un estudio de cohorte poblacional que se publicó en la revista PLOS Medicine en 2022, en el que participaron 102 865 adultos, demostró que los endulzantes artificiales, sobre todo el aspartamo y el acesulfamo-K, se relacionan con un mayor riesgo de cáncer, incluyendo cáncer de mama y otros tipos de cáncer que se relacionan con la obesidad.²⁵

Estrategias para evitar los endulzantes artificiales

Si quiere dejar de consumir endulzantes artificiales para proteger su salud, puede implementar las Técnicas de Libertad Emocional (EFT), una herramienta de acupresión psicológica que lo ayudará a combatir el antojo. Esta estrategia puede ayudarlo a superar la necesidad de consumir estos endulzantes artificiales tan peligrosos.

Otras estrategias naturales para combatir el antojo incluyen alimentos ácidos, como vegetales fermentados o agua con jugo de limón. Cuando se le antoje algo dulce, beba un vaso de agua o té con jugo de cítricos. También puede comer una fruta, las cuales tienen una dulzura natural y que pueden ser una gran alternativa para satisfacer el antojo por lo dulce.

Además, es muy importante que lea bien la lista de ingredientes en los empaques de alimentos y bebidas. Los endulzantes artificiales no solo se encuentran en los refrescos de dieta y productos sin azúcar, sino que también se pueden encontrar en alimentos que ni imagina, como yogures, cereales para el desayuno, condimentos y bocadillos.