📝HISTORIA EN BREVE

  • Desde hace 20 años, la fundación Weston A. Price les recomienda a los consumidores comprar al menos el 50 % de sus alimentos de agricultores y procesadores artesanales para construir un sistema alimentario local, crear seguridad alimentaria y garantizar la prosperidad de los agricultores.
  • El 70 % de las aves de corral de los Estados Unidos se alimentan con piensos que contienen arsénico, el cual puede convertirse en arsénico inorgánico en la carne, lo que plantea riesgos potenciales para la salud de los consumidores. Las isoflavonas de la soya y los antibióticos en la carne industrial también pueden alterar la salud humana, y los compuestos de la soya actúan como estrógeno y antibióticos, lo que provoca resistencia y daña la microbioma intestinal.
  • Un estudio de 2019 encontró que el 92 % de las muestras de maíz convencional están contaminadas con micotoxinas, las cuales pueden causar problemas de salud graves en los humanos, incluyendo cáncer y problemas cardíacos.
  • El medicamento ractopamina, que se usa en la cría de cerdos para promover el crecimiento de masa muscular magra, está prohibido en muchos países por preocupaciones de seguridad, pero todavía se usa mucho en los Estados Unidos.
  • El consumo diario de carne, huevos y productos lácteos del supermercado puede crear muchas toxinas, sobre todo en los niños, por lo que es importante comprar estos alimentos de agricultores conscientes que dejan a sus animales pastar y no usan piensos medicados

🩺Por Sally Fallon Morell, autora invitada

El año pasado la fundación Weston A. Price lanzó una campaña para alentar a los consumidores a comprar al menos el 50 % de sus alimentos directamente de agricultores y procesadores artesanales.

Esto ayuda a construir un sistema alimentario local, crea seguridad alimentaria y garantiza la prosperidad de nuestros agricultores. Pero hay muchas otras razones para evitar la carne industrial y mejor comprarla de un agricultor o campesino conocido.

La mayoría de las aves de corral se alimentan con piensos que contienen arsénico

ARSÉNICO: ¿Sabía que el 70 % de las aves de corral en los Estados Unidos comen alimento que contiene arsénico? La FDA permite un medicamento a base de arsénico, llamado nitarsona, en el pienso para aves de corral. Los compuestos que contienen arsénico se aprobaron por primera vez para uso comercial en los piensos medicinales en la década de los 40 con el fin de acelerar el crecimiento de las aves de corral y mejorar la eficiencia del pienso; en otras palabras, las aves de corral engordan sin comer tanto.

La industria avícola afirma que el arsénico que consumen sus aves no tiene efectos adversos para la salud del consumidor porque el tipo de arsénico utilizado en los aditivos alimentarios es arsénico "orgánico". Sin embargo, estudios recientes encontraron que el arsénico orgánico tiene la capacidad de convertirse en arsénico inorgánico en el tejido animal, el mismo tejido animal que usted come.

Incluso, si el arsénico permanece en forma orgánica, en las personas podría tener el mismo efecto que en las aves de corral, lo que provocaría aumento peso a pesar de comer menos. 1

Se aprueba el sacrificio de aves de corral enfermas para el consumo

ENFERMEDAD: En julio de 2020, el USDA aceptó una petición del National Chicken Council donde les permitía a los mataderos procesar aves infectadas con leucosis aviar. La infección provoca una afección similar al cáncer, tumores y lesiones malignos. No está claro si la enfermedad puede transmitirse a los humanos, pero comer aves de corral enfermas no suena nada bueno bajo ninguna circunstancia.2

MICOTOXINAS: un estudio de 2019, que involucro mil muestras de maíz convencional, encontró que el 92 % estaba contaminado con una o más micotoxinas. Estos venenos fúngicos pueden causar problemas respiratorios, inflamación pulmonar, fiebre, sensación de ardor y afecciones graves, como cáncer, fibromialgia, problemas cardíacos y lupus, e incluso deficiencias mentales.

Así que, es obvio pensar que, si están en el alimento para animales, terminarán en los músculos de los animales. Asegúrese de que su agricultor utilice piensos orgánicos o, mejor aún, de que no use maíz.3

Medicamento dañino permitido en la cría de cerdos

RACTOPAMINA: Este medicamento que, por lo general, se les administra a los cerdos, promueve el crecimiento de la masa muscular magra (a expensas de la grasa). Debido a preocupaciones de seguridad, cerca de 160 países prohíben o restringen el uso de este medicamento, dichos países incluyen a Rusia, China y todos los países de la Unión Europea. No obstante, en los Estados Unidos, se estima que entre el 60 % y el 80 % de los cerdos reciben ractopamina en su alimento.

La ractopamina pertenece a una clase de medicamentos llamados betaagonistas, que fueron desarrollados para tratar el asma. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos aprobó el uso de ractopamina en cerdos después de solo realizar un estudio que incluyó a seis hombres jóvenes y sanos. Uno de los participantes se salió porque su corazón comenzó a latir de una manera anormal.

Además de los efectos cardiovasculares, la ractopamina se ha relacionado con cambios de comportamiento y nerviosismo en humanos y cerdos. Los bebés de ratas alimentadas con ractopamina desarrollaron paladar hendido, lenguas prominentes, extremidades cortas, falta de dedos, párpados abiertos y corazones agrandados. En los cerdos, la ractopamina crea cansancio y que se conviertan en animales "deprimidos", es decir, animales demasiado enfermos o heridos para caminar. 4

Presencia de compuestos estrogénicos y antibióticos en la carne

ISOFLAVONAS DE SOYA: estos compuestos similares al estrógeno aparecerán en la carne, la leche y los huevos de los animales alimentados con soya, es decir, cualquier animal criado bajo el sistema industrial. Lo mejor es encontrar un agricultor que no utilice soya, ya que los pastos disminuyen la cantidad de soya que reciben los animales, como las aves de corral, los cerdos y las vacas lecheras. La producción de carne de pastoreo no requiere maíz ni soya.

ANTIBIÓTICOS: El ganado (vacas, cerdos, aves de corral e incluso los peces) recibe antibióticos, no sólo para tratar o prevenir enfermedades, sino también para estimular el crecimiento. Por supuesto, las personas ingieren estos medicamentos cuando comen carne, huevos y leche tratada con antibióticos, lo que causa la tan popular resistencia a los antibióticos, sin mencionar que daña el microbioma intestinal.

Se estima que en todo el mundo el 73 % de los antibióticos son consumidos por animales de granja; se estima que el uso mundial de antibióticos aumentará un 67 % entre 2010 y 2030. Europa prohibió el uso de antibióticos para acelerar el crecimiento en 2006, así como el uso de dosis subterapéuticas de antibióticos de importancia médica en los alimentos y en el agua de los animales para promover el crecimiento y mejorar la alimentación, sin embargo, la eficiencia del pienso se hizo ilegal en los Estados Unidos en 2017.5

No obstante, el uso de antibióticos en el pienso es muy utilizado en los países en desarrollo, sobre todo en China, y dado que todavía no contamos con el etiquetado del País de origen (COO, por sus siglas en ingles), es difícil evitar este tipo de productos con antibióticos cuando compra productos cárnicos en los supermercados de los Estados Unidos. La ley federal prohíbe el uso de antibióticos en vacas lecheras, pero la prueba utilizada para detectar antibióticos (llamada prueba SNAP) sólo detecta alrededor de cinco de las más de dos docenas de antibióticos en uso.6

La carga tóxica procedente de la carne, los huevos y los lácteos puede ser muy elevada

Dado que en Estados Unidos solemos comer productos cárnicos todos los días, la carga de toxinas de la carne, los huevos y los productos lácteos de los supermercados puede ser muy alta, al igual que los efectos, sobre todo en los niños en desarrollo.

Entonces, ¿cuál es la solución? Compre carne, huevos y productos lácteos provenientes de un agricultor local, que les permita a sus animales pastar y que no utilice piensos medicados (de preferencia sin soya). Al tomar esta medida no solo protegerá a su familia, también apoyará a agricultores independientes y conscientes.

Sobre la autora

Sally Fallon Morell es autora del libro de cocina titulado "Nourishing Traditions" y de muchos otros libros que hablan sobre la alimentación y la salud. También es presidenta fundadora de la fundación Weston A. Price (westonaprice.org) y una de las fundadoras de la organización A Campaign for Real Milk (realmilk.com). Puede encontrar su blog en nourishingtraditions.com.