📝HISTORIA EN BREVE

  • Millones de adultos en Estados Unidos experimentan dolor lumbar, y algunos casos son crónicos. Esto puede afectar la productividad y generar miles de millones de dólares en costos de atención médica
  • Los tratamientos comunes para el dolor lumbar incluyen opioides y cirugía. Sin embargo, estos métodos han documentado eventos adversos y, de hecho, pueden poner en riesgo la vida
  • Mover el cuerpo, como mínimo, puede ayudar a aliviar el dolor lumbar. Ejercicios como el estiramiento y el “Foundation Training” pueden abordar el problema del dolor lumbar. De igual forma, estar de pie y evitar sentarse durante periodos prolongados podría ser de gran ayuda
  • El dolor también tiene un aspecto mental, ya que la personalidad y experiencias pasadas pueden afectar su percepción del dolor. Si le preocupa hacer ejercicio, los cambios de comportamiento pueden generar cambios positivos

🩺Por el Dr. Mercola

De acuerdo con una encuesta a gran escala que realizó la Universidad de Georgetown,1 casi 65 millones de personas en Estados Unidos experimentaron un episodio reciente de dolor lumbar. Además, 16 millones de casos son crónicos. Es algo que puede afectar su rutina e incluso obligarlo a faltar un día al trabajo. De hecho, el dolor de espalda se ha vuelto tan frecuente que ahora está le está costando a la economía de Estados Unidos alrededor de 2,500 millones de dólares al año en costos de atención médica.2

Ante una afección tan prevalente, ¿qué alternativas existen? Hace poco, el portal The Conversation publicó dos informes3.4 que detallan los peligros de la cirugía y de los opioides (dos procedimientos populares para tratar el dolor de espalda crónico), al igual que habla sobre métodos seguros y no invasivos.

Los opioides cobran un precio terrible por la posibilidad de alivio que ofrecen

Como lo indica el portal The Conversation, los opioides son uno de los tratamientos comunes para el dolor lumbar en adultos de Australia, sobre todo en áreas de desventaja socioeconómica.5 La estrecha relación entre el dolor lumbar en las personas desfavorecidas en términos económicos se refuerza en un estudio6 publicado en la revista The Journal of Pain:

"Los opioides eran los analgésicos que se recetaban con mayor frecuencia, y se usaban a largo plazo, en combinación con otros agentes activos del sistema nervioso central, y de manera desproporcionada entre personas con educación inferior a la universitaria".

La situación ha crecido hasta el punto que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos categorizaron el problema cada vez mayor de las sobredosis de opioides como una epidemia. De acuerdo con sus estadísticas, los opioides le han quitado la vida a casi 645 000 residentes de Estados Unidos entre 1999 y 2021.7 Para contrarrestarlo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos fabricó el Narcan, un fármaco que revierte los efectos mortales de una sobredosis de opioides y que se puede comprar sin necesidad de contar con una receta médica.

The Conversation8 sugiere que, además de ser fatales, es posible que los opioides no alivien el dolor en absoluto y que lo empeoren aún más. En su estudio,9 que se publicó en la revista The Lancet, no recomiendan usar opioides para tratar el dolor lumbar agudo ni para el dolor de cuello.

De acuerdo con sus hallazgos, los participantes que tomaron opioides no experimentaron tanto alivio en comparación con el grupo que tomó el placebo.10 Además, otras métricas tampoco mejoraron, tales como la función física y el tiempo de recuperación después de seis semanas de tratamiento. En el grupo que tomó opioides también se registraron efectos secundarios como estreñimiento, náuseas y mareos.11

La evidencia en contra de los opioides es muy evidente y mi postura al respecto no ha cambiado: lo mejor es evitarlos porque son muy adictivos, así que las personas pueden abusar de ellos.12 Y el abuso conlleva la posibilidad de que estas drogas sean fatales.

El lado oscuro de implantar estimuladores de la médula espinal

En lo que respecta a las cirugías, los hallazgos son igual de preocupantes. Como indicó The Conversation,13 una opción quirúrgica que suele recomendarse a los pacientes es recurrir a los estimuladores de la médula espinal. De acuerdo con el Johns Hopkins Medicine, funcionan de la siguiente manera:14

"Los estimuladores de la médula espinal constan de unos finos cables (los electrodos) y una pequeña batería similar a un marcapasos (el generador). Los electrodos se colocan entre la médula espinal y las vértebras (el espacio epidural), y el generador se coloca bajo la piel, por lo general cerca de los glúteos o el abdomen.
Los estimuladores de la médula espinal le permiten al paciente enviar los impulsos eléctricos por medio de un control remoto cuando siente dolor. Tanto el control como su antena están fuera del cuerpo".

¿Pero estos dispositivos son efectivos? Si nos atenemos a las investigaciones publicadas, los resultados no son muy convincentes. En un metaanálisis Cochrane15 de 2023 que abarcó 13 estudios con un total de 699 participantes, los autores no recomendaron este dispositivo, ya que "es probable que no tenga beneficios clínicos duraderos que compensen los costes y los riesgos de esta intervención quirúrgica".

El artículo del portal The Conversation16 también cita una revisión de la que se informó a la Administración de Bienes Terapéuticos de Australia,17 que encontró 520 eventos adversos entre 2012 y 2019 relacionados con la estimulación de la médula espinal. Los hallazgos de la revisión indicaron que el 79 % de estos eventos se clasificaron como "graves", mientras que el 13 % fueron "una amenaza para la vida".

De igual forma, es posible que los dispositivos no funcionen bien, lo cual es preocupante, sobre todo si se considera su precio. De acuerdo con un estudio de 2022, el procedimiento puede costar entre 15 000 y 50 000 dólares.18 Además, pueden ocurrir complicaciones como sangrado e infección. En ocasiones, el dispositivo ni siquiera funciona según lo previsto, lo que puede requerir otra cirugía para corregirlo. 19

The Conversation también destacó otro riesgo alarmante de los estimuladores de la médula espinal en un episodio del programa ABC Four Corners, titulado "Pain Factory".20 El programa21 cuenta la historia de Teresa Burbery, quien sufría dolor crónico debido a un accidente y que aceptó que le implantaran un estimulador de la médula espinal, con la idea de que podría aliviar su dolencia.              

Por desgracia, durante la operación, el cirujano golpeó la médula espinal de Teresa, y ocasionó que una de sus piernas se paralizara. En lo que se suponía que sería un procedimiento de una sola noche, tuvo que permanecer en el hospital durante seis semanas más para recuperarse.

La cirugía de fusión espinal: otra opción que no vale la pena

Además de los estimuladores de la médula espinal, otra opción invasiva destacada por The Conversation22 es la cirugía de fusión espinal. Es un proceso en el que se unen dos o más vértebras de la columna y se bloquea el movimiento entre ellas. Para tal efecto, un cirujano puede aplicar tiras de injerto óseo en la parte afectada de la columna o entre las vértebras. 23

Pero esta cirugía tampoco da buenos resultados. En un estudio de cohorte retrospectivo24 que se publicó en la revista BMC Health Services Research, y en el que participaron 9343 participantes, solo el 19 % pudo volver a trabajar a plena capacidad. Otro 19 % tuvo que regresar al hospital para que le realizaran otra cirugía, mientras que algunos de ellos tuvieron que regresar hasta cinco veces.

Con los riesgos tan grandes que suponen, los opioides y las cirugías deberían ser descartados por completo. En su lugar, lo más sensato sería recurrir a métodos seguros y no invasivos, que atacan el problema del dolor lumbar y permiten disfrutar de la vida sin depender de intervenciones que podrían ser letales.

Cómo erradicar la causa del dolor lumbar: la falta de movimiento

Si sufre de dolor lumbar crónico, quizás su lógica le indique evitar el ejercicio hasta que el dolor desaparezca. Después de todo, parece extraño hacer esfuerzo físico si tiene problemas de espalda. Sin embargo, el ejercicio suave es una de las mejores formas de abordar el dolor.

Si además permanece sentado durante largos períodos de tiempo, no podrá aliviar el dolor ya que tener una vida sedentaria incluso puede empeorarlo. Para evitar que la condición empeore aún más, recomiendo que evite estar sentado por períodos prolongados y que permanezca de pie siempre que sea posible. De hecho, optar por estar de pie me ayudó a curar mi propio dolor de espalda crónico.

De acuerdo con un estudio25 publicado en la revista Frontiers in Public Health, los empleados sedentarios tienen un mayor riesgo de sufrir afecciones físicas, sobre todo dolor de espalda. Un estilo de vida sedentario también puede ser perjudicial para la salud mental, lo que puede provocar un ciclo negativo que afecte a la productividad. De nuevo, una forma de mejorar el estado de su espalda es tener una mayor actividad física.

Un metaanálisis26 de 21 estudios confirmaron que el ejercicio no solo es la mejor manera de prevenir el dolor de espalda, sino que también es la mejor manera de prevenir una recaída. Entre las personas con antecedentes de dolor de espalda, las que hacían ejercicio tenían un riesgo de 25 a 40 % menor de sufrir otro episodio en el plazo de un año.

Pero si todavía le da cierto temor hacer ejercicio, existen estrategias que le ayudarán a reconsiderarlo y a volver a ser más activo.

El componente psicológico del dolor

¿El dolor está en su cabeza? De acuerdo con la evidencia publicada, la mente es tan importante como el cuerpo para recuperarse del dolor lumbar. Volviendo al informe de The Conversation,27 destacaron el ensayo RESTORE, un estudio de 2023 28 que investigó el aspecto cognitivo del tratamiento del dolor en personas que padecían lumbalgia.

Durante el estudio,29 hicieron que los participantes se sometieran a terapia cognitiva funcional (TCC), que es "un enfoque individualizado que se dirige a las cogniciones, emociones y comportamientos inútiles relacionados con el dolor que contribuyen al dolor y la discapacidad". Para que tenga una idea de cómo funciona la TCC, he aquí una explicación breve, facilitada por The Conversation:

"La terapia ayuda a la persona a comprender los factores únicos que contribuyen a su afección y que, por lo general, el dolor no es una señal precisa de daño. Guía a los pacientes para que vuelvan a aprender a moverse y a desarrollar confianza en su espalda, sin sobreprotegerla. También aborda otros factores como el sueño, la relajación, las restricciones laborales y la actividad física según las preferencias de la persona".

Al final del estudio, los investigadores concluyeron que la CFT es una herramienta útil para aliviar el dolor lumbar, en comparación con los grupos que recibieron solo una atención estándar. 30

Existen algunas investigaciones que respaldan la hipótesis explorada en el estudio RESTORE. En un artículo publicado en la revista Physical Therapy,31 los investigadores afirmaron que la intensidad del dolor no solo surge a raíz de un evento externo, sino que la psique (como las experiencias y creencias previas) entra en juego. Esta percepción puede ser la causa por la que algunas personas con lumbalgia explican su falta de motivación para hacer ejercicio: piensan que el ejercicio puede agravar aún más el dolor.

Cómo abordar el componente mental del dolor con la EFT

Si tiene algún pensamiento negativo que le impida hacer ejercicio por miedo a empeorar el dolor lumbar, le recomiendo las Técnicas de Libertad Emocional (EFT, por sus siglas en inglés). Es un enfoque para manejar cualquier tipo de dolor sin recurrir a medicamentos.

La opción de las EFT se basa en los principios de la acupuntura en el sentido de que le ayuda a equilibrar su sistema de energía. Ayuda a resolver emociones negativas subyacentes, a menudo subconscientes, que podrían estar agravando su dolor físico.

Utilizar las yemas de sus dedos para estimular los puntos de acupuntura (tapping) podría ayudar a reequilibrar su sistema energético y combatir el dolor. Una vez que integre las EFT en su rutina de salud, estará más motivado para probar ejercicios que puedan ayudar a abordar el dolor de espalda.

Construya una base sólida con el Entrenamiento “foundation” o funcional

El entrenamiento “foundation”, creado por el Dr. Eric Goodman, son ejercicios específicos para sacar a su cuerpo de los patrones de movimiento que lo lastiman de manera gradual. Su filosofía se centra en fortalecer el core, que incluye todo lo que conecta de forma directa con la pelvis, ya sea por encima o por debajo de ella.

Un ejercicio que puede probar es la respiración por compresión. Es un aspecto importante del entrenamiento “foundation”, ya que puede ayudar a reeducar los músculos que rodean el esqueleto axial (la columna vertebral de la caja torácica), y enseñarlos a estar en un estado de expansión en lugar de contracción.

Cuando se realiza de manera correcta, ayuda a estirar los flexores de la cadera, estabilizar la columna vertebral y sostener mejor el core con los músculos abdominales transversales.  Esto fortalece la espalda y mantiene el pecho elevado y extendido:

  1. Ya sea que permanezca sentado o de pie, coloque sus pulgares en la base de su caja torácica, con los meñiques sobre los huesos sobresalientes de la parte anterior de la cintura. Considere el espacio entre sus dedos como una regla de medir.
  2. Enderece la barbilla para que levante el pecho. Respire lenta y profundamente tres veces como se indica en el vídeo a continuación.
  3. Al respirar, la distancia entre los pulgares y los meñiques debería aumentar.
  4. Al exhalar, apriete sus músculos abdominales para evitar que el torso pierda su postura. Este es el paso más importante: no permita que el torso pierda su postura (baje hacia la pelvis) mientras exhala. Debe hacer un esfuerzo y sentir como se contrae su abdomen mientras exhala.
  5. Con cada respiración, su objetivo es ampliar la distancia entre el pulgar y los dedos meñiques, así como estirar la parte superior de la espalda. Esto ocurre cuando estira la parte posterior del tórax.

Cada inhalación expande la caja torácica, mientras que cada exhalación estira y aprieta el abdomen. Entonces, cada inhalación llena su caja torácica y, se vacía con cada exhalación.

Repita de cinco a diez veces con tres o cuatro respiraciones por repetición. Con el tiempo, los músculos se fortalecerán y la postura al sentarse mejorará de forma gradual. Encontrará una demostración de esta técnica en el siguiente vídeo.

Si desea integrar más ejercicios de este tipo entrenamiento en su régimen de salud, puede encontrar un entrenador certificado en su área local a través del sitio web oficial.

Estrategias adicionales para aliviar el dolor de espalda

Si bien es importante abordar el componente físico y mental del manejo del dolor lumbar, puede mejorar aún más sus resultados si adopta otros hábitos saludables.

Además de la respiración por compresión, puede probar estos siete ejercicios32 de la Clínica Mayo, que están diseñados para fortalecer la espalda. Elija uno y hágalo durante unos 15 minutos. Asegúrese de hacerlo con calma al principio y repita el ejercicio varias veces. A medida que su espalda se fortalezca, puede aumentar la duración.

Estiramiento de rodilla a pecho

  1. Acuéstese boca arriba con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo. Con ambas manos, levante una rodilla y presiónela contra su pecho.
  2. Apriete los músculos de su abdomen y presione su columna contra el piso. Mantenga esa posición durante cinco segundos. Regrese a la posición inicial y repita con la otra pierna.
  3. Vuelva a la posición inicial. Luego repita con ambas piernas al mismo tiempo.
  4. Repita cada estiramiento dos o tres veces. Haga la rutina completa una vez por la mañana y otra por la noche, si es posible.

Estiramiento rotacional de la espalda baja

  1. Acuéstese boca arriba con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo.
  2. Mantenga los hombros apoyados en el suelo y gire muy despacio las rodillas dobladas hacia un lado.
  3. Mantenga esa posición durante cinco a 10 segundos. Vuelva muy despacio a la posición inicial.
  4. Repita con el otro lado de la clavícula.
  5. Repita cada estiramiento dos o tres veces. Haga la rutina completa una vez por la mañana y otra por la noche, si es posible.

Ejercicio de flexibilidad para la región lumbar

  1. Acuéstese boca arriba con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo.
  2. Apriete los músculos de su abdomen para que la parte baja de su espalda se levante y se aleje del piso.
  3. Mantenga la posición durante cinco segundos y luego relaje el cuerpo. Apoye la espalda por completo sobre el suelo.
  4. Mantenga la posición durante cinco segundos y luego relaje el cuerpo. Repita. Comience con cinco repeticiones al día y aumente poco a poco la cantidad hasta llegar a 30.

Ejercicio de puente

  1. Acuéstese boca arriba con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo.
  2. Mantenga los hombros y la cabeza relajados en el suelo y contraiga los músculos del abdomen y los glúteos. Luego, levante la cadera para formar una línea recta desde las rodillas hasta los hombros.
  3. Trate de permanecer así el tiempo suficiente para respirar profundamente tres veces. Vuelva a la posición inicial y repita. Comience haciendo cinco repeticiones al día y aumente la cantidad hasta llegar a 30.

Estiramiento del gato

  1. Arrodíllese y ponga las manos en el suelo.
  2. Arquee la espalda muy despacio, como si estuviera levantando el vientre hacia el techo mientras baja la cabeza.
  3. Poco a poco, deje que la espalda y el vientre se hundan hacia el suelo mientras levanta la cabeza.
  4. Vuelva a la posición inicial. Repita de tres a cinco veces, dos veces al día.

Estiramiento giratorio sentado de la región lumbar

  1. Siéntese en una silla sin apoyabrazos o en un taburete. Cruce su pierna derecha sobre la izquierda. Gire y estire su cuerpo hacia un lado apoyando el codo izquierdo contra la parte exterior de la rodilla derecha.
  2. Mantenga esa postura durante 10 segundos. Repita con el otro lado.
  3. Haga este estiramiento de tres a cinco veces de cada lado, dos veces al día.

Retracción del omóplato

  1. Siéntese en una silla sin apoyabrazos o en un taburete.
  2. Con la espalda recta, intente juntar los omóplatos.
  3. Mantenga la posición durante cinco segundos y luego relaje el cuerpo. Hágalo entre tres y cinco veces, dos veces al día.